Jasmine (una fantástica Cate Blanchett) y Hal (un destacado Alec Baldwin) hacen una gran pareja porque son tal para cual.
Cada uno le gana al otro al ser ambiciosos, superficiales, materialistas, malcriados y refinados.
Les encanta hablar de sí mismos y mucho, y requieren de ayuda porque quieren que les hagan todo, no pueden mover un dedo sin la colaboración de una mucama, son como miembros de una monarquía del siglo XVIII.
Su existencia es perfecta e ideal, por lo menos en apariencia. Hal es un exitoso hombre de negocios, aunque sus inversiones no son exactamente legales, y Jasmine se la pasa organizando cuanto evento benéfico pueda, aunque no sabe que su esposo tiene ciertos deslices y que nadie la respeta.
Los dos representan el lado hedonista de una gran ciudad, en este caso en particular, del sector elitista de Nueva York, una metrópoli que Woody Allen conoce al dedillo gracias a una notable cantidad de largometrajes que la han estudiado en todos sus costados, y que ahora retrata con sorna en la comedia dramática Blue Jasmine.
La riqueza de Jasmine y Hal, al paso de los años, se vuelve de oropel, pues los negocios pasan de azul brillante a rojo reluciente cuando ella descubre que su marido ha tomado ciertas decisiones equivocadas en materia financiera y amatorias.
Por eso, llega la separación y Jasmine termina literalmente en la calle.
Ya no tiene carros lujosos con chofer, ni puede disfrutar de vinos de renombre, ni comprar carteras ni vestidos costosos, ni puede residir en su amplio apartamento y nadie la invita a recepciones de ingreso restringido.
O sea, pasa a ser una don nadie en términos sociales y eso es demasiado fuerte para una frágil alma como la de Jasmine.
EL CAMBIO
A regañadientes, y porque en el bolso ya no hay suficientes billetes verdes, que la acompañen deja la Gran Manzana y aborda un avión (en primera clase, su último acto de adinerada quebrada), que la lleva a la modesta casa de su hermana Ginger, miembro esforzada de la clase trabajadora de San Francisco.
Jasmine siempre ha visto a Ginger (brillante Sally Hawkins) como su antónimo: simple, aburrida, pueblerina, resignada al fracaso, sin porvenir.
Ginger tiene dos hijos inquietos y dados a los gritos, está divorciada y busca el amor en hombres que su estirada hermana considera que son unos perdedores sin remedio.
A Jasmine le impresiona la vida sencilla de Ginger, ambas fueron adoptadas por una familia que trató de educarlas de la mejor manera, versus la existencia de opulencia que ella tenía.
Le toca a Jasmine tragarse lo que llama orgullo y volver a estudiar (no terminó la universidad por seguir la estela que dejaba Hal cuando era joven) y buscar un empleo de secretaria, símbolo de la humillación, para poder subsistir.
Jasmine sufre en su corazón y en su mente. Es un manojo de nervios, habla sola y en voz alta, con frecuencia se aleja de este plano para vivir en ese época de esplendor que parece imposible de recobrar, aunque sea por unos segundos y en su mente. Tiembla, desvaría, tiene un sueño irregular y la migraña la ataca con virulencia.
Ginger quiere ayudarla, pero no sabe cómo. Aunque su hermana la vuelve loca y le busca problemas con sus novios, en el fondo la quiere, y hasta olvida que cuando Jasmine formaba parte de la alta sociedad ni la llamaba para Navidad o Año Nuevo.
Bien merecido el Oscar a mejor actriz para Cate Blanchett, y fueron obligadas las nominaciones a mejor guión para Woody Allen y actriz secundaria para Sally Hawkins.
Woody Allen crea en Jasmine a un personaje fascinante, tortuoso, desesperante, que el espectador termina entendiendo en medio de sus conflictos existenciales que van de la tragedia al melodrama, todo visto desde una mirada de humor negro tan distinta a la dulzura de su anterior obra maestra, Midnight in Paris (2011).
Allen vuelve a ser un maestro de la cámara con Blue Jasmine, así como un autor consagrado hacedor de diálogos excelentes y un artista al momento de crear seres tan irritantes, divertidos y humanos como Jasmine, Ginger, Hal, así como los otros hombres y mujeres que están de un lado o del otro de la opulencia y de la pobreza.
¿Qué les pareció Blue Jasmine? ¿Cuál es su película favorita de Woody Allen y por qué?