A todos nos gusta ver más de una vez nuestras películas favoritas, y la nostalgia es una de las mayores impulsadoras de consumo.
Ambas certezas son uno de los sustentos del actual fenómeno de los reestrenos de éxitos de taquilla de Hollywood, como es el caso de Buscando a Nemo (2003), versión en tercera dimensión que llega hoy a los complejos de cine panameños.
Otro aspecto que hace atractivo a los reestrenos es que la oferta creativa de los últimos años es tan pobre en el circuito industrial de la llamada Meca del cine, que hay un sector de los espectadores del mundo que paga gustoso una entrada para ver una buena producción de antaño en vez de un título nuevo sin valor argumental.
Esa propuesta de conducir a la audiencia a la proyección de un producto fílmico que no es reciente la perfeccionó Hollywood durante las décadas de 1960 y 1970 cuando en los días de la Semana Santa regresaban los clásicos de esta temática o en el mes de diciembre retornaban cintas de culto sobre la Navidad.
Por esos años, esa costumbre también la ponían en práctica los estudios Disney al enterarse de que una productora rival osaba ofrecer una película familiar. Entonces, la casa del ratón Mickey, para no perder espacio en el mercado de películas para todo público, sacaba del baúl de los recuerdos apuestas seguras como Bambi, Blancanieves y Pinocho.
Esta tendencia va perdiendo fuelle a finales de los años de 1970 con la popularidad de sistemas de grabación y reproducción de video, como el beta y el VHS.
Con estos formatos, pensados exclusivamente para la televisión, se crea el entretenimiento casero que le permite al cinéfilo disfrutar de sus producciones predilectas en su propio hogar.
El asunto se pone más color de hormiga con la llegada del DVD y el blue-ray, pero los reestrenos vuelven hoy a cobrar relevancia gracias a un viejo invento tecnológico: la tercera dimensión.
EL PROCESO
El regreso del fenómeno de reestrenar películas comenzó con cierta timidez en Hollywood en 2009.
Para que grandes y chicos apoyaran con ganas la tercera entrega de Toy Story, ese año se decidió pasar a tercera dimensión (3D) el capítulo uno y dos de esta saga de Pixar.
Entre ambos títulos se lograron 60 millones de dólares en la boletería de Estados Unidos, según cálculos de la web boxofficemojo.com.
El gran imparable de todos fue El rey león (1994), cuando en septiembre de 2010 retornó en 3D y recaudó 177.6 millones de dólares en el ámbito mundial.
Incluso, esta cinta de Disney estuvo por dos semanas consecutivas en el primer lugar de las más vistas en la unión americana.
Lo interesante es que su volver se basaba más en una estrategia comercial que otra cosa, ya que era una manera de promocionar el hecho de que El rey león iba luego a tener una edición en DVD.
¿Quiénes fueron a los complejos de cine para ser testigos de la lucha por el poder entre Simba y Mufasa? De acuerdo con la web imdb.com, fueron dos grandes sectores: parejas de adultos jóvenes que vieron El rey león cuando eran niños, así como padres y abuelos que llevaron a sus hijos y nietos para compartir una experiencia cinematográfica
especial.
Tal cantidad de dinero llevó a pensar a los productores que habían otros largometrajes de corte familiar que también podían convocar a la audiencia.
Así fue que apareció en enero de este año La bella y la bestia (1991) en 3D, y obtuvo en el planeta 62 millones de dólares.
Le siguió en febrero pasado La amenaza fantasma 3D (1999) con 102.7 millones de dólares y, dos meses más tarde, apareció el mayor éxito en el renglón de los reestrenos en 3D: Titanic (1997) con 343.5 millones de dólares.
El director George Lucas, el padre de Star Wars, de seguro esperaba mucho más movimiento financiero, por lo que no hay fecha precisa para que pase a 3D Episodio II – El ataque de los clones (quizás en 2013).
Mientras que el resto de las entregas de esta saga de ciencia ficción quizás lo hará entre 2014 y 2017, en opinión de la revista Entertainment Weekly.
Ahora el turno de regreso a escena es de Buscando a Nemo (3D), quien llevaba hasta ayer 38.5 millones de dólares en venta de tiquetes en la unión americana.
Como ven, Disney/Pixar es el que ha manejado mejor esta tendencia.
OTROS TÍTULOS
En 2013 el fenómeno seguirá con el reestreno de Monstruos Inc. (2001), La Sirenita (1989) Parque Jurásico (1993) y Top Gun (1986).
Se comentaba el año pasado que el director Peter Jackson pasaría por 3D la trilogía de El señor de los anillos, aunque quizás lo deje para después tomando en cuenta las entregas venideras de El Hobbit.
COSTOS
Pasar una cinta 2D a 3D tenía un precio de 110 mil dólares el minuto hace una década, de acuerdo con datos del periódico New York Times. Ahora la inversión se redujo a 25 mil dólares cada 60 segundos.
La cifra exacta y final depende del metraje completo de cada producción, y otro elemento a tomar en cuenta es la complejidad de las imágenes convertidas a esta presentación.
Un punto que pone contentos a los inversionistas es que con los reestrenos no hay obligación de pagarles una vez más ni a los intérpretes, ni al director ni a nadie del equipo técnico o artístico, salvo que por contrato previo lo hubieran establecido.
Es como señala el diario El Mundo: “proyectar en las salas una película de hace casi 20 años y lograr grandes beneficios es el sueño de todo productor. Todas son ventajas, ya que por costosa que sea la conversión, nunca supondrá más trabajo ni dinero que filmar un nuevo largometraje”.
¿Todas las películas ameritan ser reestrenadas? Los expertos en Hollywood señalan que solo aquellas que está comprobado que el público desea ver en la pantalla grande. Para ello, algunos estudios de cine hacen encuestas periódicas para seguir la pista al gusto de los espectadores.
¿Todos los reestrenos son en 3D? Hay casos en que solo se mejora el sonido y se exhiben copias digitalmente remasterizadas de las películas, como pasó en las fiestas de Halloween de 2010 con Los Cazafantasmas (sus responsables querían ver si a mediano plazo era viable un tercer capítulo), y en noviembre de ese año fue el turno de Regreso al futuro, ya que cumplía 25 años de su primera visita a las salas.
¿Qué tal los resultados en 3D? Como las cintas se rodaron originalmente en 2D, su transferencia no asegura que sean espectáculos inolvidables en tercera dimensión. James Cameron, que relanzó Titanic en tercera dimensión y puso de nuevo de moda el 3D con su Avatar, afirma que siempre serán películas en 2D y medio.
¿Les encanta Buscando a Nemo? ¿Qué otras producciones de Pixar que han regresado a la pantalla grande les agrada? ¿Alguno de estos reestrenos hechos les ha gustado? ¿Qué películas les gustaría volver a ver en la pantalla grande?