Carla Guelfenbein conversa sobre su novela ganadora del Alfaguara

Carla Guelfenbein conversa sobre su novela ganadora del Alfaguara


El mundo le cambió ayer miércoles a las 6:15 a.m. a la escritora Carla Guelfenbein, cuando en su casa en Santiago, Chile, recibió una llamada telefónica del escritor español Javier Cercas, presidente del jurado del premio Alfaguara de Novela 2015, quien le informó que había ganado este certamen con su obra Contigo en la distancia.

Desde entonces, esta narradora, periodista y diseñadora gráfica, de 55 años, no ha dejado de sonreír.

Ganar este certamen, dijo Carla Guelfenbein, es algo tan trascendental para ella, que lo comparó en importancia con la emoción que conlleva el nacimiento de un hijo.

Contigo en la distancia es una pieza que redactó desde la esencia de ser mujer, “desde el útero”, precisó en una conferencia de prensa regional en la que participó el diario La Prensa en representación de Panamá.

Aunque pronto señaló que esta obra no es de corte feminista, pues dos de los tres personajes centrales son hombres, más la presencia de una dama, Vera Sigall, una escritora de culto que está en coma debido a que se cayó por unas escaleras.

Estos tres personajes, agrega, representan a generaciones diferentes y que no se conocen entre sí desde un principio, pero el paso del tiempo los va enlazando.

Carla Guelfenbein, autora de novelas como El revés del alma (2003), La mujer de mi vida (2006) y El resto es silencio (2009), opina que todas sus obras giran en torno a lo complejo que son las relaciones humanas y que Contigo en la distancia no es la excepción.

Lo importante para ella es definir esa verdad apasionante por la cual escribir. En su caso, es el ser humano y resta valor a los que indican que es una autora para mujeres, porque la mayoría de sus libros los plantea desde el punto de vista de las damas.

‘Contigo en la distancia’ narra la historia de Emilia, una francesa de origen chileno que viaja a Santiago investigando sobre la esquiva escritora Vera Sigall.



TRAS UN SECRETO FAMILIAR

La serenidad es una palabra que le gusta a la novelista chilena Carla Guelfenbein para definir el tono pausado de sus tramas. 

El objetivo con su obra Contigo en la distancia, triunfadora ayer del premio Alfaguara de Novela 2015, era trabajar sobre una estructura compleja, con historias diversas sobre el amor y la amistad, el talento y la mediocridad, pero a la par deseaba que fuera sencilla de entender para el lector.

El amor y la amistad son dos tipos de relaciones que le encantó desarrollar. “Son dos ejes que mueven la existencia de la mayoría de las personas”, opina.

Contigo en la distancia es la historia de una familia, muy parecida a la de Carla Guelfenbein, y los retos que deben sortear sus miembros entre la década de 1950 y la actualidad.

Un clan, agrega, que si bien está cercano en lo geográfico, en términos existenciales está separado por múltiples secretos.

Plantea que además de los secretos, otro de los grandes temas de Contigo en la distancia es cómo se puede vivir ofreciendo mentiras a los otros, y cómo esas mentiras se vuelven cotidianas a la hora de entablar y construir relaciones con los demás.

La base de su novela tiene entre sus andamios la obra de su escritora favorita, Clarice Lispector (1920-1977), así como los recuerdos propios y los de su madre y de su abuela (de apellido Sigall), todo enmarcado en los géneros del suspenso y el policíaco.

Clarice es una autora a la que sigo desde joven y cuya obra tiene una estructura diferente a la mía, pero siempre me ha nutrido”, resalta.

Indica que lo suyo no era imitar a Lispector, sino rendirle honores. Además, hace unos años se encontró con una biografía de la responsable de La pasión según G. H. y La hora de la estrella.

En aquellas páginas descubrió que varios puntos de la existencia de Lispector se parecían a la de su propia familia: eran judíos y la novelista y la familia de Guelfenbein proceden de Ucrania. Aquellas similitudes, comenta, le estremecieron.

Carla Guelfenbein es autora de obras como ‘El revés del alma’ (2003), ‘La mujer de mi vida’ (2006) y ‘Nadar desnudas’ (2014).





HISTORIA

Aclara que Contigo en la distancia no es una novela histórica al uso, aunque resalta que el Chile de los últimos 60 años es necesario para entender el devenir de sus seres de ficción.

Mientras la escribía conoció a una mujer que estuvo presa con su madre, ambas desaparecidas bajo el gobierno militar de Augusto Pinochet (1915-2006). 

“Esa señora me dio vueltas en la cabeza y la puse en la novela porque me explicó misterios de la novela que yo no podía resolver”, así como misterios individuales reales, porque la propia Carla Guelfenbein no pudo lograr que su progenitora le hablara sobre esa terrible visita a la maldad sistemática de una dictadura militar.

En 1977, su madre pasó tres semanas desaparecida. “Cuando apareció no habló mucho sobre el suceso. Hace dos años encontré a esta mujer que estuvo en la misma celda con ella y me contó detalles de esa estadía, de las preocupaciones de mi madre, algo que fue un móvil emocionante para Contigo en la distancia, y para mí fue transformador saber la verdad de ese secreto familiar”.

TRAS EL TÍTULO

Los cuatro años que tardó en redactar Contigo en la distancia no los ve como un sacrificio o un sufrimiento, ya que “el lugar más tranquilo y en el que me siento más completa y en paz, es cuando escribo”.

Sobre el título de su obra, luego de otros cuatro que descartó, es un préstamo a Contigo en la distancia, un bolero que el cantautor cubano César Portillo de la Luz compuso en 1946, y que la chilena ha escuchado muchas veces.

Aunque en un reciente viaje a la ciudad de La Habana volvió a oír la canción, y aquello lo consideró una especie de revelación.

Por eso decidió que era el título definitivo, puesto que sus personajes están lejos entre ellos por su incapacidad de manifestar sus sentimientos a sus seres queridos.

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