Hasta el lunes 2 de mayo, los lectores de la capital colombiana saben de memoria cuál es el camino que deben recorrer para llegar a la felicidad.
La alegría se les nota a flor de piel. Conforman una especie de cofradía con otros cientos de miles, que van en busca de ese libro que disfrutarán en silencio o que leerán en voz alta.
Son capaces de sentir que ya está aquí uno de los mayores festejos literarios que existen en el mundo entero: la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo), que llega en este 2016 a su versión número 29 y que tiene al Reino de los Países Bajos como su país invitado.
Con pagar el equivalente a dos dólares los adultos y un dólar los chicos, los asistentes tienen acceso a más de mil 500 actividades, que van de talleres a conferencias, de conversatorios a exposiciones, de conciertos de música a exposiciones de arte, todas vinculadas con los libros, detalla Adriana Martínez-Villalba, gerente de Ferias de la Cámara Colombiana del Libro.
Para Enrique González Villa, presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana del Libro, la Filbo colabora para que adultos y niños lean como un acto de placer y no por obligación o para obtener una buena nota.
Le propone a todos los presidentes y ministros de educación y cultura del planeta que le bajen la intensidad a las campañas de promoción de lectura.
En cambio, González Villa los invita a que vayan a la acción y repartan cada vez más libros, tanto impresos como digitales, a las bibliotecas y que les brinden atractivos incentivos a la industria editorial y a los escritores, para que las letras sigan creciendo.
VIENTOS DE PAZ PARA COLOMBIA
Colombia experimenta por estos días el posible fin de más de 50 años de conflictos bélicos, que han dejado como saldo trágico, hasta enero de 2016, 7.9 millones de víctimas de acuerdo a cifras del Comité Internacional de la Cruz Roja.
Entre la esperanza y el escepticismo, entre el dolor por lo perdido y los deseos de justicia, la sociedad del hermano país observa cómo el gobierno de Juan Manuel Santos adelanta acuerdos de paz con representantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Por eso, explica Adriana Martínez-Villalba, gerente de Ferias de la Cámara Colombiana del Libro, el tema de la reconciliación, el perdón, la justicia y la paz está incluido en la programación de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo 2016).
De allí que sus dos estrellas indiscutibles están vinculadas con darle voz a los sin nombre, a los derrotados, a los olvidados.
Una es la escritora bielorrusa Svetlana Alexievich, premio Nobel de Literatura 2015, quien por primera vez visita un evento ferial latinoamericano, y lo hizo con la condición de documentar lo sufrido por las víctimas del único país de América Latina que está en algo bastante parecido a una guerra.
Mientras que la otra luminaria del evento es la Nobel de la Paz 1997, Jody Williams, docente y activista estadounidense de los derechos humanos.
Para Enrique González Villa, presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana del Libro, la meta de la Filbo siempre es traer a un premio Nobel para que comparta con los lectores colombianos y ahora siente regocijo de que sean dos.
Para debatir sobre cómo será Colombia cuando la paz sea progresivamente permanente, la Filbo ha creado el espacio “Conversaciones que le cambiarán la vida”.
Esta franja temática central desea que los intelectuales, tanto los colombianos como los extranjeros, hablen entre ellos y con el público sobre el precio de vivir sin secuestros, bombas, sin violaciones a los más básicos derechos humanos.
Esta iniciativa parte del poema Fin y principio de la nobel polaca Wislawa Szymborzka, que en uno de sus versos dice: “Después de cada guerra / alguien tiene que limpiar…”.
Este año participan no solo Svetlana Alexievich y Jody Williams, sino que también debatirán autores como Laura Restrepo, Cees Nooteboom, Piedad Bonnett, Abilio Estévez, Luis Muñoz, Fernando Vallejo, Paolo Giordano, Nanette Blitz, Diana Uribe, Marta Sanz, Herman Koch, David Rieff, Justin Torres, Julian Herbert, Édouard Louis o Tommy Wieringa, entre muchos más autores participantes.
En el pabellón juvenil también se maneja el sentido y el alcance de la tolerancia de la mano de diversas actividades lúdicas, para que los más de 25 mil chicos, entre escuelas públicas y privadas, que asistan a la Filbo 2016, también reflexionen sobre comprender y aceptar al otro.
OFERTA
Habrá más de mil 500 actividades que ponderan el arte placentero de leer, de la mano de 500 expositores, así como la participación de 200 escritores colombianos y 100 de otras nacionalidades.
Entre esos creadores están los italianos Paolo Giordano y Elena Ferrante, el estadounidense Justin Torres y el francés Édouard Louis.
También hay ganadores de premios internacionales como Marta Sanz, quien se llevó el Herralde de Novela 2015; colombianos como Fernando Vallejo, ganador del Rómulo Gallegos, y Laura Restrepo, quien presenta novela y ya ganó el premio de novela Alfaguara; el ganador del Goncourt francés Jean Rouaud; grandes de la literatura como el argentino César Aira y los galardonados holandeses Tommy Wieringa, Cees Nooteboom y HermanKoch; los españoles Mercedes Cebrián, Luis Muñoz, Ana Alonso y Carlos Pardo, y novedades como la primera vez en el país de la literatura de la República Checa con las autoras Radka Denemarková y Markéta Pilátová.
Aunque la mayor cuota de autores provienen del Reino de los Países Bajos, mejor conocido de Holanda, país invitado de la Filbo 2016, quien trae nombres como Herman Koch, Cees Nooteboom, Tommy Wieringa y Mano Bouzamour, entre otros, sin olvidar que está en Bogotá la princesa Petra Lorenza.
Holanda también trae una interesante muestra de sus avances en urbanismo, diseño gráfico y el arte en general.
“Queremos dar a conocer la cultura holandesa y su relación de 200 años con Colombia. Aunque estamos lejos, también estamos cerca del Caribe por Curazao, Aruba, Sint Maarten y Bonaire”, indica Lies Wijnterp, líder del proyecto Holanda en la Filbo 2016, una tarea que el Reino de los Países Bajos viene organizando desde hace un año.
Holanda presentará 36 traducciones de sus libros al español y más de 90 actividades culturales realizará en su pabellón, entre ellas, cinco exposiciones.
ESPACIOS
Veintitrés pabellones, repartidos en 51 mil metros cuadrados, convierten a Corferias, donde se desarrolla esta iniciativa, en el epicentro de los lectores y transforma a la Filbo en la feria más grande de todas las que se llevan a cabo en este recinto, asegura Enrique González Villa, presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana del Libro.
González Villa dice con satisfacción que la Feria Internacional del Libro de Bogotá ha crecido tanto que ya no hay espacio físico para que Corferias haga nuevas construcciones. Por eso, para 2017 van a inaugurar un centro de convenciones, que estará al lado y donde se llevará a cabo buena parte de la programación cultural.
Por los espacios de la Filbo el espectador podrá encontrar a editores, promotores culturales y artistas de Colombia, Bielorusia, Chile, Venezuela, España, Costa Rica, Ecuador, Francia, Inglaterra, México, Alemania, Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Estados Unidos, Italia, Portugal, República Checa, Ruanda y Uruguay.
NÚMEROS
De acuerdo con cifras de la Cámara Colombiana del Libro, en términos económicos, la Filbo 2016 generará a Bogotá unos 50 millones de dólares, de los cuales 10 millones provendrán de la venta y negocios relacionados con el libro a través de 380 compradores internacionales y más de 260 editoriales.
La Filbo 2016 genera, además, más de 10 mil empleos, entre directos e indirectos, según datos de esta institución.
Juan Pablo Gaviria Muñoz, coordinador de comunicaciones de ProColombia, considera que la Feria Internacional del Libro de Bogotá, así como los 77 museos, las 70 galerías, los 70 teatros, los festivales de música y cine que hay en esta capital, han colaborado para que el turismo haya crecido en Colombia en un 12%, mientras que en el planeta ronda el 3.9% y en América Latina el 3.4%.
El turismo centrado en cultura y arte ha aumentado en 3.9% en el planeta, un 3.4% en América Latina y un 12.7% en Colombia, indica Juan Pablo Gaviria Muñoz.
Añade que la cultura y el arte que brinda este país de 48 millones de habitantes colabora a que la economía de Colombia creciera en 2015 en un 3.1%.
Las manifestaciones artísticas y las culturales animan cada año a que más de un turismo venga a Colombia, principalmente provenientes de Estados Unidos, Venezuela, Ecuador, Brasil, Perú, Argentina, México y Panamá, resalta Juan Pablo Gaviria Muñoz.
Por su parte, Enrique González Villa, presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana del Libro, se siente emocionado porque la Filbo mejora la imagen positiva, no solo de Bogotá sino de toda Colombia, en el extranjero.
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