Wall-E, Up, Toy Story 3, Los Increíbles, Ratatouille y Buscando a Nemo tienen un nuevo rival a la hora de establecer cuál es la más grande película hecha por Pixar Animation Studios: Intensa Mente (Indise Out).
Después de varios años de crear largometrajes animados de calidad normal (Cars 2, Brave y Monsters University), Pixar ha vuelto a construir una obra maestra.
La última vez que habían logrado una película extraordinaria en términos artísticos y estéticos había sido en 2010 con Toy Story 3.
Sus admiradores han tenido que esperar cinco años para ser testigos de una producción de excelencia, tanto en su guion como en la construcción de sus personajes y en las diversas capas de mensajes que ofrece su trama.
Lo que para una audiencia mayor es una delicia de principio a fin, es probable que Intensa Mente no cause necesariamente el mismo entusiasmo entre los más pequeños del hogar, que se toparán con un título mucho más adulto de digerir que las livianas Cars, Bichos y Monstruos, S.A.
Intensa Mente, de los directores Pete Docter y Ronnie del Carmen, explica, entre la comedia y el drama, qué ocurre en la mente humana en general y en la de una niña de 11 años en particular, cuando se observa el trabajo diario entre las principales emociones: Alegría, Miedo, Ira, Asco y Tristeza.
Este filme, que se estrenó en el pasado Festival Internacional de Cine de Cannes, propone un contenido más complejo que las existencialistas Up y Wall-E, lo que “no es moco de pavo”, como dice mi hijo Diego, quien se durmió mientras veía este nuevo capítulo de Pixar, aunque decidió darle una segunda oportunidad.
Pete Docter y Ronnie del Carmen han dejado el listón alto para los siguientes proyectos de Pixar: The Good Dinosaur (2015), Finding Dory (2016), Toy Story 4 (2017), Cars 3 (2018) y Los Increíbles 2 (2019).
De acuerdo a informes de la agencia de noticias AFP, Inside Out "se convirtió en el mejor estreno de la historia de una película original en Estados Unidos, por delante de la fantasía de Avatar, lo que afianza a la cinta de Disney y Pixar. La agitación emocional que vive Riley llenó las salas de cine estadounidenses", donde en sus primeros siete días se embolsó 90.4 millones de dólares. Se trata, añade AFP, de una cifra récord para un film que no pertenece a ninguna secuela ni a ninguna franquicia.
A VALORAR LOS RECUERDOS Y LOS OLVIDOS
La premisa argumental de la producción Intensa Mente (Inside Out) da para cortar mucha tela: ¿qué pasaría si las emociones que controlan nuestra mente fueran seres con características y necesidades propias?
Luego de ver esta película es divertido imaginar cómo la Alegría (feliz a niveles de cuidado), el Miedo (le teme hasta a su sombra), la Ira (es un señor cascarrabias), el Asco (en este caso, es una chica a la que todo le da repugnancia) y la Tristeza (la congoja como bomba de tiempo) tienen la responsabilidad de controlar el comportamiento de cada uno de nosotros y cómo si trabajan en equipo, respetando y aprendiendo de sus diferencias, pueden dar como resultado que en la práctica seamos seres realmente humanos.
UN EJEMPLO ANTERIOR
Este principio argumental no es por completo inédito dentro del universo del entretenimiento en Estados Unidos.
Recuerdo que entre 1991 y 1994 la cadena televisiva Fox emitió la comedia semanal La cabeza de Herman (Herman's Head), que no consiguió ser un éxito de audiencia en su país de origen, aunque tuvo su nicho.
El epicentro de esta serie era la vida laboral y sentimental de un oficinista común y silvestre, Herman Brooks.
Los pensamientos y las decisiones de este joven eran tomados por Ángel (su lado sensible), Animal (su costado más virulento), Cobarde (que regía sus temores) y Genio (lo racional en acción), los que vivían en su mente en una convivencia no siempre pacífica.
Mientras que en La cabeza de Herman sus voces internas tenían sus discusiones y sus disputas bien marcadas entre ellos, en Intensa Mente quizás para un acceso más expedito para la comprensión infantil, el asunto también se plantea dentro de la trama, aunque de una manera más dinámica, lúdica y colorida.
DOS VOCES PRINCIPALES
En el caso de Intensa Mente las que llevan la batuta de la historia y de la cabeza de la niña de 11 años son Alegría y Tristeza, cuyas voces en la versión en inglés están a cargo de las actrices Amy Poehler y Phyllis Smith.
La Ira, el Asco y el Miedo tienen funciones secundarias, ya que en una circunstancia de crisis demostraron no estar en la capacidad de seguir adelante con las preocupaciones de Ridley.
Ambas emociones serán las que lleven sobre sus hombros el cómo va a lidiar Riley el cambiar su hogar, su barrio y sus amigos de Minnesota por una desconocida San Francisco, ya que su padre tiene un trabajo que va a beneficiar en términos económicos a su familia, aunque en lo emocional eso cause roces con los miembros de su clan.
Alegría y Tristeza unen sus habilidades para evitar que Riley lleve a cabo un acto que puede ponerla en peligro. Las dos deben sortear riesgos dentro de la cabeza de la chica, en una referencia a la película Viaje fantástico, del director Richard Fleischer, sobre un científico que inventó una nave capaz de volverse diminuta y viajar por el organismo humano para ayudar a sanar las heridas del cuerpo.
EL RECÓNDITO CEREBRO
Intensa Mente es un estudio amplio sobre la conciencia y el cerebro humano, y sus intrincados mecanismos de acción.
Por lo que será una delicia para los expertos en psicoanalítica y psicológica, y para aquellos que sin ser profesionales en estas ramas les da curiosidad lo que ocurre en nuestras cabezas.
Esta comedia familiar es sobre cómo vamos olvidando lo que es ser un niño (alegre, ocurrente, valiente) en pos de pasar a la adquisición de nuestro papel de adultos (rutinarios, lineales, predecibles), aunque eso no sea siempre positivo para el desarrollo de los individuos, como se nota en los conflictos que enfrenta Riley por la mudanza (añoranza, melancolía, desesperación...) y que cada uno de nosotros ha tenido que lidiar.
Intensa Mente también habla de la trascendencia de tener recuerdos, de no olvidar los encantadores ni los desastrosos, porque entre todos conforman parte de quiénes somos, con nuestros errores y aciertos.
En ese tramo, esta producción se hermana con el clásico Eterno resplandor de una memoria de una mente sin recuerdos (Eternal Sunshine of the Spotless Mind, 2004).
En esta cinta, el realizador Michel Gondry explora cómo las remembranzas son útiles. Por ejemplo, cuando Clementine (Kate Winslet) y Joel (Jim Carrey) deciden borrar sus recuerdos gracias a un invento del doctor Howard Mierzwiak, aunque luego se enteran de que eso no solo alterará la relación amorosa que desean olvidar, sino que también afectará su pasado, ya que todo nos es útil a la hora de crecer y seguir.
¿Qué les pareció Intensa Mente?
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