Luis Tosar, de oficio, actor



 

 

 

 

 

 

 

Luis Tosar no se toma en serio eso de estrella de cine, aunque cualquier otro levitaría en vez de caminar si como este español tuviera más de 80 películas en su hoja de vida y hubiera ganado 25 premios interpretativos.

Agradece que se proyectaran en el istmo, gracias al Festival Internacional de Cine de Panamá, producciones en las que aparece como actor.

Está encantado con Diana Sánchez, directora artística del IFF Panamá, quien es amiga suya desde hace varios años y fue quien lo invitó a estar en la ciudad capital para ofrecerle un homenaje, palabra que no le agrada del todo, “eso suena raro”, dice, le propongo retrospectiva y ese término sí le agrada.

El público nacional ha podido ver sus películas en pantalla grande: Celda 211, Inconscientes, La flaqueza del bolchevique, Una pistola en cada mano y Los lunes al sol.

Piensa que estos largometrajes han superado bien el paso del tiempo y que todavía tienen algo que contarle a las audiencias futuras, en particular Los lunes al sol, para los españoles que hoy sortean una crisis económica y para todo aquel que no encuentra trabajo.

Le da igual estar en una producción solvente o modesta, lo esencial es que sean proyectos que ofrezcan tramas inteligentes.

Este año ha optado por hacer más cine independiente, porque siente que son proyectos que dicen verdades necesarias de contar.

Aunque parezca paradójico, señala que hoy en la industria española de cine se apuesta más por buenas ideas y por estos días donde existen más argumentos de valor es el séptimo arte alejado de lo comercial. “Nuestra industria quiere irse por lo seguro. El valor de producción principal ahora es la historia. Antes de la crisis había guiones no tan buenos que con un gran presupuesto se mejoraba con actores y locaciones. Ahora los pequeños juegan en la misma liga de los grandes”.

Un año de mucho trabajo

 

 

 

 

 

 

 

No tiene claro qué debe tener una producción para ser inolvidable, que si pudiera intuirlo tendría siempre mucho trabajo, dice entre risas Luis Tosar mientras enciende el primero de los tres cigarrillos que fumará mientras conversamos.

Comenta que esos milagros fílmicos no son fortuitos, que se dan al unirse muchos factores, entre ellos, una historia sólida y universal, un reparto competente, un productor funcional y un director de espuelas, todo junto, eso es lo ideal, aunque destaca que a veces los astros se juntan y aún así no se da la posibilidad de que una producción trascienda.

Como espectador, y lo mismo le pasa cuando habla desde el oficio de actor, le gusta ser atrapado por personajes con carisma, que tengan conflictos interesantes por resolver, que sus acciones le enseñan algo a la audiencia y que sorprendan a los espectadores con sus acciones.

No le importa si le toca ser principal o secundario en una cinta, pues cree que no hay papeles pequeños cuando están bien confeccionados.

“Mientras que las películas de puro concepto, las experimentales, tienen más territorio que ganar, pues el espectador necesita hacer otra clase de ejercicios y esfuerzos para dejarse llevar por el mundo que ellas proponen”, explica Tosar.

Eso sí, evita no saturarse ni hacerle lo mismo a la platea al hacer papeles que se parezcan mucho entre sí, aunque admite que los productores lo buscan con frecuencia para encarnar a seres escabrosos, extraños y retorcidos.

“He tenido cierta especialización en hacer de personas raras. Pocas veces me proponen ser alguien bueno o normal, como un padre de familia” y vuelve a sonreír.

Señala que son los productores los que no le ofrecen personajes diferentes, y los entiende, pues asegura que cuando él ejerce de productor también ha caído en el error de pensar que tal intérprete funciona solo para un rol específico, cuando eso no es tan cierto porque puede ser la oportunidad para desafiar el talento del artista y “eso hace más divertido el trabajo del actor”.

“El mercado marca mucho. Si hay un actor joven y guapo, que ha hecho más o menos el mismo tipo de personajes, un inversionista va a pedirle que haga lo mismo que hace bien. Es difícil convencer al productor que salga de esa zona, y cuando lo hace y resulta, dicen: ´qué excelente idea tuve”.

Asegura que diría no, por motivos éticos, a un largometraje donde se resalten las corridas de toros.

Tampoco se le ocurre pensar que lo ha logrado todo como actor. “Eso sería muy triste porque tengo 42 años y no quiero pensar en el retiro. Tengo mucho por hacer”.

PROYECTOS

El año 2014 está lleno de trabajo para Luis Tosar, pues tiene por estrenar varios largometrajes.

Uno es El niño y se apuntó porque su realizador, Daniel Monzón, es amigo suyo, y además lo dirigió en Celda 211, que “fue una grata experiencia y un regalo para todos. Siempre tuvimos la sensación de que ese viaje había que continuarlo”.

El niño aborda el tema del narcotráfico que se da en el sur de España, que a la par es una de las entradas para ingresar ilegalmente a Europa para miles de inmigrantes provenientes de África.

En esa parte del país, anota, más de uno tiene vínculos con el negocio de las drogas y en ocasiones lo hacen más por pobreza que por otra razón, aunque considera que la situación se ha vuelto más violenta con la llegada de la mafia de los países del Este.

La siguiente cita con la gran pantalla será con Musarañas, de Juanfer Andrés y Esteban Roel. “Son directores noveles en el cine, aunque tienen mi edad. Fue una experiencia muy bonita, grabamos en cuatro semanas y se hizo como una cooperativa”.

Formó parte de A cambio de nada porque el cineasta, Daniel Guzmán, es actor y debuta con este título detrás de la cámara. La trama es biográfica y Tosar encarnará al padre del director. “Es de esas que se ruedan en pocos días y con dos duros”.

Los fenómenos (2014), de Alfonso Zarauza, es otra cinta independiente. “Es de la casa, yo la produzco. Como en el caso de A cambio de nada, se está buscando una distribuidora que apoye”.

“Cuenta una realidad social: la burbuja inmobiliaria, que fue una de las causas de la actual crisis económica, pues aunque se debe aspirar a casas para todos, eso no ocurre, pues no hay para casas cuando no tienes empleo y aunque existan muchas casas abandonadas”.

El recorrido termina, por ahora, con Ma Ma, de Julio Medem, de la que no puede comentar nada porque el rodaje comienza este mayo.

¿Cuál es tu producción favorita de Luis Tosar? ¿Viste alguna de sus películas proyectadas en el Festival Internacional de Cine de Panamá?

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