Maléfica, una villana que fue y es buena



No hay héroe sin villano. El hombre y mujer más fuerte del mundo no tendrían labor ni oficio si no hay un antagonista de por medio que les haga la existencia de cuadritos.

Los estudios Disney tienen doctorado en la creación de tipos malos en sus producciones animadas y de acción real.

TIPOS DE MALOS

La compañía Disney tiene, por lo menos, dos grandes grupos de perversos de acuerdo a sus personalidades y los objetivos que desean conseguir cada uno, no importa los métodos que tengan que aplicar para lograrlo.

Hay un sector de chicas de temer, pero bastante frívolas si dejamos de lado sus amenazas, gritos y berrinches.

En ese grupo está la adicta a la moda Cruela de Vil, que adora la ropa con piel de animales, preferiblemente de perros dálmatas y que sería la mejor amiga de Joan Rivers; Grimhilda, que desea ser la más hermosa de la bolita del mundo y odia que alguien la supere en esas lides, vaya, lo suyo sería ganar todos los años la corona del concurso Miss Universo, y está Gaston, que aspira a conseguir los dos mejores trofeos de su comunidad rural: atrapar a la Bestia y casarse con Bella, aunque eso de mirarse tanto al espejo y estar en todo momento bien arreglado despierta en mí ciertas dudas razonables sobre realmente qué busca con estas acciones.

PURO PODER

Para ser honestos, la mayoría de los malvados de la casa de Mickey Mouse, los que de verdad son interesantes por su lado dramático, son los que tienen aspiraciones más hondas en términos geopolíticos y tiene mucho menos tendencias a ser Susanitas de colores.

Por ejemplo, Scar deseaba ser el rey de la selva por encima de todo; Úrsula quería algo parecido, pero lo suyo era dominar las profundidades del mar; Jafar quería cuanto reino había alrededor de Arabia, y el Hans de Frozen soñaba con ser un monarca, aunque comparado con los antes mencionados es un niño de pecho que no sabe nada de la vida.

RAZONES

¿Por qué son malos? ¿Qué les pasó que los llevó a cometer los más miserables actos? ¿Cuál fue su pasado? ¿Fueron siempre así de insoportables?

La película Maléfica busca la manera de responder algunas de estas preguntas, por lo menos, las concernientes a una de las villanas más queridas y que despiertan más miedo de la cofradía de Disney.

Maléfica es protagonizada de forma brillante por Angelina Jolie, quien además es productora del filme y ofrece una labor que merece aplausos de pie.

Esta película cuenta que la mujer antipática y aguafiesta que le deseaba lo peor a una bebé tan linda como Aurora (de niña la encarna una hija de Jolie y de joven Ellen Fanning), por lo menos como se presenta en la versión que aparece en el largometraje La bella durmiente de 1959 y que nos contaban nuestros mayores de niños durante noches de insomnio, no siempre fue fea de corazón.

En esta película, honroso debut detrás de las cámaras de Robert Stromberg (ganador de dos premios Óscar en la categoría de dirección artística de Alice in Wonderland y Avatar), sabemos que Maléfica era al principio una hada huérfana, ingenua, honesta, confiada y poco ambiciosa.

Su personalidad se modifica cuando tiene la poca fortuna de conocer a un niño ladrón, mentiroso, cruel y déspota, quien de adulto es dueño de esos defectos y mucho más.

Entonces la hada se vuelve una bruja amargada y solitaria que no cree en el amor, que lleva a sombras y temores a todo su reino y no descansará hasta que ese niño, que luego de adulto será rey, sufra lo que ella, aunque claro, está el alma pura de Aurora, que de forma paulatina hará noble a Maléfica.

En contadas ocasiones los villanos tienen la oportunidad de dar su versión de los hechos en el cine como pasa en Maléfica, un título que continúa la reciente tradición de rodar con personajes de carne y hueso unos clásicos de la literatura que el género de animación llevó con más éxito de calidad a la gran pantalla.

Robert Stromberg hizo algo más que darle derecho a réplica a Maléfica, ya que además quiso homenajear al clásico animado de 1959 al reproducir escenas de aquella mítica película firmada por Clyde Geronimi, quien codirigió otras obras maestras del género como Alicia en el País de las Maravillas (1951), Peter Pan (1953) y La dama y el vagabundo (1955) y que Walt Disney minimizó de la manera más injusta y egoísta de la historia del séptimo arte.

La Maléfica de Stromberg es bastante divertida, con un equilibrio justo de efectos especiales, con un estupendo trabajo de maquillaje y de vestuario (en particular el de Jolie), con una atmósfera lo más gótica posible sin caer en abusos (ni que den pie a censuras) y es políticamente incorrecta en su trama, en especial, porque es una película que presenta mujeres aguerridas, de armas tomar y nobles cuando toca (algo que no es tan frecuente en Disney), mientras que los hombres son tontos o inútiles o territoriales o simplemente imperfectos.

Lo que le da puntos menos es al final de su argumento, que se pone demasiado colorido y tipo felices para siempre, y eso no debe sorprendernos, ya que la moral abigarrada y cuestionable de la casa Disney se impuso para demostrar quién es el que manda, lo que le quitó algo de brillo y ritmo a esta agradable Maléfica.

¿Qué les pareció Maléfica? ¿Cuál es su villano favorito de las películas animadas?

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