Broadway tiene un rostro alegre, de bailes y canciones. Es el sector teatral de Estados Unidos donde los musicales se ponen a prueba.
Por 14 años estuvo el clásico Mamma Mia! en el circuito escénico de la Gran Manzana. Conquistó a los espectadores al igual que otras piezas de su género como El fantasma de la ópera, Wicked y El rey león.
Se trata de una comedia con algo de drama, sobre Sophie, una chica que antes de su boda quiere saber quién es su padre entre tres caballeros que ella ha invitado a su enlace sin contárselo a Donna, su madre.
A partir de la música disco del cuarteto sueco ABBA (1972 - 1983), y la isla griega de Kalokairi como telón de fondo, la joven conocerá mejor su pasado y a sí misma.
El 12 de septiembre de 2015 fue la última función de Mamma Mia!, que se convirtió en el octavo espectáculo de mayor duración en la historia de las tablas neoyorquinas.
Tras iniciar en los escenarios de Londres, este espectáculo, compuesto por más de 20 clásicos de ABBA, ha visitado Italia, Dinamarca, Suráfrica, España.
Ahora está en Panamá, bajo la dirección de Aaron Zebede, cuya línea de trabajo han sido los dramas musicales: Aida, Los Miserables y Jesucristo Superstar.
“Historias muy complejas, donde el protagonista muere al final. Fueron grandes retos, pero soy comediante de corazón. Y Mamma Mia! es una de las comedias más divertidas que he visto”, comenta Zebede sobre este montaje que estará en el teatro Anayansi de Atlapa el 18 (8:00 p.m.), 19 y 20 de marzo (ambos a las 3:00 p.m. y a las 8:00 p.m.).
Cuando se presentó la oportunidad de traerla al istmo aceptó dirigir el proyecto. “Yo era un adolescente en los años de 1970. Para mí ABBA era como los Beatles”, anota Zebede.
Mamma Mia! en Panamá se hace posible gracias a 12 semanas de ensayo por parte de sus 32 actores y una banda en directo compuesta por 9 músicos.
“Encontrar al elenco perfecto nos tomó tres meses. Actores con excelentes voces que pudieran bailar. Estoy muy contento con el resultado”, agrega Zebede.
“Es otra muestra de que el teatro en Panamá sigue creciendo y cada vez ofrece mayor acceso a producciones de calidad, que antes no podías ver a menos que viajaras a New York o Londres”, comenta Janelle Davidson, quien se hace cargo de Tanya, una amiga de Donna.
“Panamá será el primer país centroamericano en presentar esta obra, así que el público formará parte de la historia”, plantea Gaby Gnazzo, quien es la dinámica Donna.
Todas las canciones de ABBA como Dancing Queen, Take a Chance, Name of the Game, Chiquitita... fueron piezas que la mamá de Ana Grethel Solís (la Sophie de Mamma Mia!) “escuchó toda la vida, que yo escuchaba de pequeña y que me encantan de grande. Solo música que es así de buena puede llevarse de generación a generación con la misma emoción y energía de cuando recién salió”.
Horacio Valdés, quien encarna a uno de los posibles padres, resalta que estamos ante una propuesta “de primer nivel, sin nada que pedirle a producciones extranjeras. Es divertida, con mucha energía, muchas risas, acabadas coreografías y, por supuesto, la hermosa música de ABBA. Mamma Mia! realmente enriquece la oferta cultural del país”.
El secreto, opina Any Tovar, quien es Rosie, una de las incondicionales de Donna, es que los temas de ABBA son “fabulosos. Siempre han gustado y han mantenido vigencia porque hablan del amor, la amistad, el respeto y la unión familiar”.
UN MONTAJE HECHO DE EMOCIONES
El director Aaron Zebede asegura que los personajes de Mamma Mia! son conocidos por todos.
“Sophie, aunque jamás lo admitiría, es igual a Donna, su mamá. Es superimpulsiva y tiene sus emociones a flor de piel. Sophie, al igual que yo, es una soñadora, que al tener 20 años empieza a conocerse a sí misma. Y aunque en la obra causa un enorme problema el día antes de su boda, sus intenciones siempre son puras y buenas”, señala Ana Grethel Solís.
Gaby Gnazzo describe a Donna como una “rebelde sin causa, con un toque de bipolaridad”.
“Tanya es una mujer de ‘amplia’ experiencia que, a pesar de su apego a la comodidad y al aspecto material de la vida, sabe hacer tiempo para apoyar a sus amistades”, considera Janelle Davidson, quien hoy día es la directora del Instituto Nacional de Cultura.
Horacio Valdés es Sam, un arquitecto “restringido por las normas de la sociedad, que eventualmente se libera de sus ataduras convencionales y va en busca del amor de su vida”.
Mientras que Any Tovar es Rosie, una “divertida soltera empedernida, que en el pasado tuvo junto a sus dos mejores amigas un grupo musical llamado Donna y Las Dynamos”.
MUSICALES
Mamma Mia! la ha visto tres veces Aaron Zebede. “Me encanta que después del saludo, el elenco canta tres canciones con el público. Uno como espectador tiene ganas de cantar a todo pulmón durante la obra, y al final te dan la oportunidad de desahogarte. Es genial. Aquí lo vamos a hacer también”.
Cuando Ana Grethel Solís tenía 14 años vio por primera vez una obra en Broadway y fue Mamma Mia! y quedó fascinada. “Desde el momento en que se abre el telón y Sophie canta I Have Dream, solo podía pensar lo increíble que sería estar en ese escenario y ser parte de esta obra. Jamás en mi vida me hubiera imaginado que seis años después sería la primera Sophie de Panamá”.
Any Tovar fue una de las privilegiadas que presenció el último show en Broadway. “Fue muy emocionante ver un musical cuyas canciones he cantado desde niña, y más aún sabiendo que en unos meses después estaría yo en el elenco en Panamá”.
Lo más increíble fue cuando Tovar conoció a la actriz Mary Callanan, la Rosie de Broadway y “me grabó un video deseándome todo lo mejor en mi interpretación del personaje. Fue un momento inolvidable”.
Janelle Davidson, productora de este montaje junto a Juliette Roy & Gina Cochez, disfrutó el musical tanto en España como en Broadway. “El poder haberla visto en España fue una clara muestra de que el fenómeno de ABBA, además de cruzar las barreras del lenguaje, sembró en mí la idea de algún día traer la obra a Panamá”.
Gaby Gnazzo la vio en Nueva York, Londres y Dallas. “En todas me paré a bailar, sin importar quién estaba sentado al lado mío. Eso hace esta obra, te olvidas que estás en un teatro. Al momento que escuchas Dancing Queen se te pone la carne de gallina y te paras a bailar y cantar a todo pulmón”.
LA PIEZA
Para Aaron Zebede, las piezas de ABBA que conforman Mamma Mia! son “fabulosas y pegajosas. Ver un musical y conocer de memoria todas las canciones es como ir al concierto de un grupo que te encanta”, agrega.
“El atractivo principal está en sus melodías. Son muy interesantes, sin caer en lugares comunes musicales. La música igualmente es atractiva, pues siempre hay cambios y no son lineales”, resalta Horacio Valdés.
El cantautor recuerda que hoy en día “el 90% de las canciones que suenan en la radio tienen cuatro acordes. No es el caso con ABBA. Björn Ulvaeus y Benny Andersson son músicos demasiado creativos e inteligentes y estaban adelantados para su época. Súmale a eso las letras sobre relaciones y desamor, situaciones con las que todos nos podemos identificar, y tienes un trabajo musical que perdura en el tiempo”.
“Una canción verdaderamente clásica es aquella que, a través del tiempo e independientemente del género en que se interprete, siempre te engancha como si fuera la primera vez que la escuchas. Y Ulvaeus y Andersson compusieron innumerables canciones así durante la vida de ABBA”, plantea Janelle Davidson.
Para Ana Grethel Solís, Anderson y Ulvaeus “se esmeraron en construir melodías hermosas que sin letra todavía cuentan una historia. Cada vez que usamos estas canciones para transmitir las emociones que sienten nuestros personajes todo se siente más fuerte”.
LAS CANCIONES
Cada quien de los que participan en el musical Mamma Mía! tiene una canción favorita de ABBA.
Desde chico, Aaron Zebede siempre le ha encantado The Winner Takes it All. “Es fuerte y con una letra increíble”, dice.
Ahora en estos ensayos Zebede tiene otras favoritas: “Name of the Game, por la voz de Ana Grethel Solís, y Knowing me, knowing you, porque tienen los mejores coros y armonías del elenco”.
Lo mismo le ocurre a Horacio Valdés. Todos los días añade a su lista de más queridas a una nueva porque “la asocias con algo en lo que no habías reparado anteriormente, como puede ser una coreografía, un diálogo, una ejecución del actor que la esté cantando, etc...”.
A Valdés le gusta cómo “están saliendo Our Last Summer, SOS, Dancing Queen, Take a Chance, Super Trouper, Mamma Mia, Money, Money, Money, I have a Dream, the Name of the Game. ¡En fin, todas!”.
Any Tovar establece su propio orden de preferencias: Thank you for the music, pues ella se identifica con el tema, pues “la letra lo dice todo, es muy hermosa. Mamma Mia! porque es la más popular y la he escuchado en mi casa desde que tengo uso de razón, al igual que Dancing Queen, Chiquitita y Super Trouper, que tienen armonías espectaculares”.
Janelle Davidson se queda con The Winner Takes It All. “La melodía es inolvidable. Y, sí, ¡tengo que confesar que me encantan las canciones con letra dramática!”.
Gaby Gnazzo coincide con Davidson y destaca The Winner takes it all, pues “todos hemos tenido a alguien en la vida a quien le hemos querido cantar esta canción, es simplemente perfecta”.
Ana Grethel Solís distingue a The Winner Takes it All y Gimmie, Gimmie, Gimmie. La primera le encanta desde que la escuchaba de niña y "ahora que la entiendo de grande me encanta aún más. Cada vez que la escucho, se me paran los pelitos y me pregunto cómo una canción tan simple transmite tanta emoción. La verdad es que esta canción demuestra gran parte del talento de los genios musicales, Benny Anderson y Björn Ulvaeus. Gaby Gnazzo también hace un excelente trabajo interpretándola.
Por el otro lado, Gimmie, Gimmie, Gimmie me encanta porque me hace querer pararme a bailar y cantar desde que la escuche de niña por primera vez. Cuando cantamos esta canción en el musical, me lleno inmediatamente de muchísima emoción y energía como estoy segura que le pasa al resto del elenco. También, durante esta canción, hay unos movimientos escénicos súper interesantes e impactantes que ocurren al combinar diálogo y baile. Es muy, muy ¡cool! También de chiste con el elenco digo que mi canción favorita del disco es la obertura (o sea lo que toca la orquesta antes que se abra el telón), porque es como un medley de ABBA y la verdad es que me fascina.
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