Mario Vargas Llosa trajo a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara su novela Cinco esquinas (Alfaguara, 2016), a la que definió en el Salón Juan Rulfo como un mural de cómo era la sociedad peruana en los últimos meses de la dictadura orquestada por Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos.
Cinco esquina, indicó, era una exploración sobre la relación que se da entre los medios de comunicación sociales y las dictaduras, tanto de derecha como de izquierdas, y cómo cierta prensa manipula de forma descarada a sus receptores para proteger a los mandatarios.
En su obra indaga, entre otras, cómo Montesinos terminó siendo “el brazo derecho y el hombre fuerte del régimen”, un ser humano a quien definió como más inteligente que Fujimori, razón por la cual le han dedicado más obras a Montesinos, aunque le parece bien que ambos estén presos por los delitos cometidos durante su estancia en el poder.
A Montesinos le encantaba despertar esa “curiosidad morbosa” que tanto gusta a un sector de la sociedad por conocer la intimidad de los demás, razón por la cual, explica, tiene tanto éxito la prensa amarillista en Perú, un tipo de periodismo presente en Cinco esquinas.
Explica que Montesinos utilizaba los escándalos de faldas o de juergas de sus opositores para sus fines políticos, ya que usaba esos datos para amenazar a los críticos del sistema, a los que le decía que si seguían en sus actividades en contra del gobierno esa información saldría a la luz.
Para Vargas Llosa, los medios de comunicación social no son los únicos culpables, ya que una parte de los individuos se le alimenta de los escándalos de las figuras públicas. Advierte que el lector debe tener cuidado, pues de acuerdo con esos pocos medios irresponsables, se crea la ilusión, falsa, de que no hay personas honestas.
Compartió que el periodismo ha sido fundamental en su vida, no solo porque lo ha ejercido, sino porque todos los días lee periódicos para estar claro de lo que pasa en el planeta. En Cinco esquinas, agregó, también quiso destacar que hay más de un periodista en América Latina entregado a su oficio y que defiende la justicia y la democracia.
LAS REGLAS Y VERDADES DE UN NOBEL
El escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez, quien fue el encargado de conducir el conversatorio con el Nobel de Literatura 2010, en el salón Juan Rulfo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL Guadalajara), le confesó a su colega Mario Vargas Llosa que la novela suya que lo impactó más de joven fue La casa Verde.
Vargas Llosa le compartió al ganador del premio Alfaguara por La forma de las ruinas (2015) que La casa verde (1965), premio Rómulo Gallegos, fue escrita bajo la clara influencia del novelista estadounidense William Faulkner, de quien el autor peruano-español aprendió “la importancia que tiene la forma y la estructura de la escritura para que sea profunda”.
Faulkner también le legó a Vargas Llosa que cuando se escribe se debe buscar que el lector “viva la historia y no que solo la lea”.
EROTISMO
Mario Vargas Llosa compartió que en su novela Cinco esquinas, el erotismo se nota desde sus primeras páginas.
Su responsable advierte que no se debe confundir el erotismo con la pornografía.
Mientras la primera es un acercamiento a la sexualidad humana desde la estética y los más diversos recursos artísticos, la segunda se acerca al sexo llano desde la vulgaridad y lo chusco.
80 AÑOS
Dentro del programa de la FIL Guadalajara también se aprovechó para celebrar los 80 años que cumplió Mario Vargas Llosa el pasado 28 de marzo.
En ese segundo evento el responsable de La fiesta del Chivo compartió que las letras de América Latina, quien era la región invitada de la edición número 30 de este evento ferial, no solo es lo “que se escribió a partir del boom, sino toda la narrativa de los pueblos originarios desde antes de la conquista”.
Desde antes de la época colonial europea habían escritores nuestros “muy buenos como sor Juana Inés de la Cruz o Inca Garcilaso, aunque la novela inició en el siglo XIX, y en la época de la Independencia, precisamente en México, con El Periquillo de Lizardi”.
De igual manera, resaltó el valor de la obra de otros escritores como el chileno José Donoso, el colombiano Gabriel García Márquez y los mexicanos Juan Rulfo y Carlos Fuentes.
TRIBUTOSUna forma de resaltar la admiración que existe por Mario Vargas Llosa en la FIL Guadalajara fue cuando se presentó en esta actividad cultural Si te vieras con mis ojos (Alfaguara), de Carlos Franz.Con esta obra el escritor chileno obtuvo en abril pasado la segunda edición de la Bienal de Novela Mario Vargas Llosa con una historia de amor entre el científico Charles Darwin, el pintor Johann Moritz Rugendas y la escritora epistolar Carmen Arriagada.Carlos Franz llevó debajo del brazo a México Si te vieras con mis ojos y explicó que su novela investiga el amor apasionado, el ideal y el racional.Otra manera de rendir honor fue llevar a escena La Chunga, una de las pocas obras de teatro que escribió Vargas Llosa.La Chunga fue publicada en 1986 y de alguna manera sigue la pista de algunos personajes de La casa verde.El director Tony Castro se dio el lujo de presentar, en una misma puesta en escena, cinco versiones de los sucesos que ocurren en La Chunga, que estuvo en una función especial en el Teatro Diana en Guadalajara. POPULISMOHubo personas que no estuvieron presentes en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y fueron tan convocados como los que sí estuvieron físicamente en aquella ciudad mexicana.Uno de ellos fue el jefe de la revolución cubana, Fidel Castro, quien falleció en la semana inaugural de la FIL Guadalajara, y Donald Trump, quien a partir de enero de 2017 será oficialmente el presidente de Estados Unidos.Comentó el autor de La tía Julia y el escribidor que Castro y Trump son extremos de una misma soga: el populismo, aunque destacó que el segundo por lo menos ganó por la vía electoral.Advierte que el triunfo de Trump demostró que hasta un país tan relevante como Estados Unidos no está exento de caer en la tentación del populismo.Admitió que al inicio Fidel Castro sedujo a su generación literaria, incluyendo al propio Vargas Llosa, aunque bastante pronto se dio cuenta de que aquello se convirtió “en una dictadura militar demagógica”.A la Feria Internacional del Libro de Guadalajara asistieron en este 2016 unas 813 mil personas y además participaron 2 mil 42 casas editoriales procedentes de 47 países.Para dar una idea del crecimiento de la segunda feria más importante del mundo (solo le gana la de Fráncfort, Alemania) es que en 1987 asistieron 120 mil personas y 240 editoriales.Este año a la FIL vinieron 751 autores de 41 países (cuatro procedentes de Panamá) y representantes de 29 lenguas.
