El regreso de las niñas Margo, Edith y Agnes, de su padre adoptivo, el exvillano Gru, y en particular ese dulce, valeroso y torpe ejército de Minions, siempre es una alegría.
Para evaluar a Mi villano favorito 2 (Despicable Me 2), es obligatorio recordar a su antecesora de 2010 y al resto de los filmes que integran la animación
cinematográfica.
Desde esa perspectiva, esta cinta de los directores Pierre Coffin y Chris Renaud (quienes hacen las voces de los Minions) recibe una C+ de calificación objetiva y una B- desde el corazón.
Al ser una continuación, pierde puntos en cuanto a que ya no hay novedad suficiente que justifique una segunda parte, por más que a una de las chicas ahora le llamen la atención los chicos o que Gru está a punto de encontrar a su media naranja con arma letal incluida.
Es como indica Guy Lodge de la Time Out: “sus repetitivas cualidades son irreprochables. Cada pedazo de ella es tan amable y desechable como los de su predecesora, se recicla todo, desde los gags bufonescos hasta su mismo elenco de voces”.
Su factura, su puesta en escena, los colores, el ritmo, todo está en el sitio donde debe encontrarse, aunque la chispa falta en un guion más pendiente en complacer a los niños y no tanto a los espectadores adultos.
Los verdaderos protagonistas son los Minions, ese grupo de hermanos Marx versión diminuta y amarillos, que tienen los mejores momentos hilarantes en Mi villano favorito 2.
Incluso, esa jugada suena a medio trampa, pues recordemos que en 2014 habrá una película cuyos estelares serán precisamente los Minions, una propuesta firmada por Pierre Coffin y Kyle Balda, con las voces de Sandra Bullock y Jon Hamm, por lo que Mi villano favorito 2 es una especie de publicidad para lo que vendrá.
Donde no hay discusión es en el terreno financiero. Esta secuela de la Universal ha obtenido, hasta esta semana, 472 millones de dólares en su recaudación mundial, enorme cifra si recordamos que tuvo un presupuesto de 76 millones de dólares, una cantidad modesta dentro de Hollywood si tenemos en cuenta que un largometraje de animación tiene un costo entre 100 y 180 millones de dólares.
El género animado ha tenido un 2013 de regular para bajo. Sí, Epic y Despicable Me 2 son superiores a The Croods y Escape From Planet Earth, y que Monsters University es mejor que todas las antes mencionadas, pero de lo que va del año todavía no se ha estrenado esa película animada que uno quede enamorado por completo, esa que uno está claro que se volverá una leyenda a la altura de The Lion King, Toy Story 3 o Shrek.
Aún quedan títulos por proyectarse, y quizás entre ellos esté el siguiente Up o The Incredibles, tal es el caso de Leo the Lion Wein; Turbo; Cloudy with a Chance of Meatballs 2 y Free Birds Rela. A esperar.
¿Qué les pareció Mi villano favorito 2?