Setenta y cinco películas se proyectarán en el Festival Internacional de Cine de Panamá, que se extenderá del 9 al 15 de abril en la ciudad capital.
Unas estarán en Cinépolis de Multiplaza, otras en el Teatro Nacional y en el Anita Villalaz, así como en el Mirador del Pacífico de la cinta costera II.
Todas son cintas valiosas, para qué dudar, aunque de ese gran número de títulos hay unos cuantos que deben hacer el esfuerzo de ver.
De salida, dos títulos ganadores del premio Oscar: el drama Whiplash y el documental Citizenfour. Más tres largometrajes que fueron nominados a la estatuilla dorada: la animación La leyenda de la princesa Kaguya y los documentales Song of the Sea y La sal de la Tierra.
La comedia, en su nivel más elaborado, la encontrarán en la española Ocho apellidos vascos, así como la comedia agridulce estará desarrollada en la chilena La voz en off.
Si les agrada el terror, entonces no deben perderse la española Musarañas.
Si el melodrama cautiva su corazón, deben inclinarse por Una noche sin Luna (Uruguay/Argentina) o bien la historia de un matrimonio en descomposición, tema primordial de la argentina Aire Libre.
La juventud y la niñez están presentes desde distintos frentes. Desde el drama experimental mexicano Güeros, pasando por el drama criminal de la colombiana Manos sucias y la road movie de Algún lugar (República Dominicana). Sin olvidar el drama Dos aguas (Costa Rica/Colombia); una producción que invita a la reflexión en Conducta (Cuba) y ese poético retrato de lo rural en La casa más grande del mundo (Guatemala/México).
El thriller aparece en su estado más puro en la española La isla mínima.
El dilema de los pros y contras de la tecnología en la vida moderna se desarrolla en la chilena No soy Elena y La pantalla desnuda (Nicaragua).
Imperdonable dejar por fuera los documentales Caja 25 y Héroe transparente (ambos de Panamá), La Parka (México/Nicaragua), Territorio liberado (Guatemala), La mirada del silencio (Dinamarca/Finlandia), Gigante (Estados Unidos/Puerto Rico), Marmato (EU/Colombia), Serrat y Sabina: el símbolo y el cuate (España), Pixadores (Finlandia), Beats of the Antonov (Sudán/Sudáfrica) y Altman (Canadá).
Sin perderle pista a la retrospectiva dedicada al realizador brasileño Karim Aïnouz: El abismo plateado, El cielo de Suely, Madame Sata, Playa futuro y Viajo porque debo, vuelvo porque te amo.
Para demostrar que el séptimo arte latinoamericano es capaz de enfrentarse a una gran producción, allí tienen el caso de Libertador, y si les agrada el western tienen a la maravillosa Jauja.
¿Qué expectativas tienen del Festival de Cine de Panamá 2015?