Rubén Blades con el álbum Tangos, que se puede adquirir vía iTunes y Amazon y una versión física en tiendas seleccionadas del país, confirma que es uno de los músicos más experimentales.
Pocos cantautores en el planeta tienen la capacidad y el arrojo de reinventarse como lo hace Blades, quien en esta ocasión presenta un disco que transforma temas suyos emblemáticos como Juana Mayo, Pablo Pueblo, Ligia Elena, Vida, Sebastián, Parao, Tiempos, Adán García, Paula C y Pedro Navaja bajo los parámetros del tango.
En una industria musical mundial que vende trivialidades, que crea ídolos de corta duración, que promueve los ritmos que responden a las exigencias de las masas (que ya sabemos que actúan y no piensan como planteaba Ortega y Gassett), que es incapaz de ofrecer un arte diferente a lo establecido por miedo a los niveles de audiencia, cada cierto tiempo aparece este artista panameño para confirmar que sí es capaz de darle la vuelta a lo convencional y salir airoso.
Desde la década de 1970, Rubén Blades ha desafiado las reglas del juego. Nadie en la historia de la salsa ha experimentado tanto como él los ritmos caribeños, y lo prueban discos que ya tienen su lugar en la historia como Maestra Vida, Buscando América, Agua de Luna y Mundo, entre otros.
Esta nueva creación musical, bajo el sello Sunnyside Records, es producida por Carlos Franzetti, quien ya trabajó con Rubén Blades desde la década de 1970 al ser arreglista en discos míticos del istmeño como Siembra y MaestraVida.
Además, Tangos cuenta con la colaboración de Leopoldo Federico y su orquesta, con quienes Blades tocó en Argentina en 2010 en el Festival Internacional de Tango, donde interpretaron temas que terminaron en este disco.
NO APTA PARA TRADICIONALES
Rubén Blades vuelve a irse por caminos rítmicos distintos a los habituales, y el resultado es relevante.
Tangos es un paso más allá en su fructífera carrera, una trayectoria que ya tiene tantos logros que otro se quedaría en su línea de confort y a ganar dinero sin mucho esfuerzo, pero el istmeño no es de esa clase de estirpe.
Luego de escuchar el disco Tangos, simplemente debo quitarme el sombrero ante Blades, tanto por su valentía al abordar un género ajeno al suyo como por los resultados artísticos.
Tangos ofrece arreglos brillantes, exquisitos, delicados y desgarradores, con un nivel que nos recuerda a discos míticos como Maestra Vida, Tiempo y Mundo.
Es como si casi todas las canciones seleccionadas para este disco hayan nacido para ser interpretadas desde las reglas del tango. Incluso, la propia voz de Blades se adapta bastante bien a este cambio de registro.
Es increíble cómo las piezas reunidas en Tangos tienen la capacidad de cambiar de piel sonora y que sus mensajes y su identidad sigan siendo contundentes, poéticos y urbanos.
Hay temas más impactantes que otros en Tangos. Sobresalen las canciones más dramáticas e íntimas como Tiempo, Juana Mayo, Pedro Navaja, Paula C, Sebastián y Parao. Y tiene lógica, si el tango maneja una alegría triste y una nostalgia agridulce y estos temas son eso y mucho más.
Mención especial merece Pablo Pueblo, el punto más alto de todo el disco. Uno queda con el alma rota al escuchar cómo el tango nos acerca aún más a la tragedia de un hombre que se rompe el lomo trabajando y su destino es tan lamentable como las penas que lleva a cuestas.
Pasar de la salsa y buscar otros horizontes
El constante explorar sonidos ajenos a lo afrocubano ha conducido a Rubén Blades a grabar discos alternativos como Tangos.
Ahora ha tomado otra clase de decisiones.
El cantautor nacional confirmó, a través de su página web rubenblades.com, que a partir de diciembre de 2016 no va a realizar más conciertos en los que ofrezca temas de salsa como parte de su repertorio.
Esta regla tendrá su correspondiente excepción, pues resalta que “después de diciembre de 2016 planeo hacer temporadas anuales en Panamá, quizás por un mes, máximo dos, específicamente para los turistas que nos visiten y deseen vernos otra vez en ese género”.
En su espacio oficial en la internet señaló que luego de diciembre de 2016, “planeo armar un grupo pequeño que se dedicará a explorar las posibilidades de una fusión musical que mi esposa Luba Mason y yo hemos denominado Mixtura. Ese es un proyecto en ciernes”.
Rubén Blades agrega que tiene planeado llevar a cabo una gira de mayo de 2015 a diciembre de 2016 con la orquesta del cantante y compositor istmeño Roberto Delgado, y que “ninguna otra está autorizada para utilizar mi música, sea en ´tributos´, o a utilizar mi nombre o foto en sus presentaciones públicas”.
¿Cuál es tu canción predilecta de Rubén Blades y por qué?