Patricia Velásquez está enamorada del Caribe costarricense y considera que es uno de los lugares más bellos de su país. Por eso, rodó una película que retrata a este grupo de hombres y mujeres trabajadores que sortean dificultades económicas.
“Es una región que llevo en el corazón y que conozco bastante bien”, explica la directora que cumplió su ilusión con Dos Aguas, que se presenta hoy 14 de abril, a las 8:30 p.m. en Cinépolis Multiplaza, en el Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF Panamá).
“Mucho de la historia que escribimos Óscar Herrera y yo surge a partir de nuestra experiencia en el Caribe y de historias que nos iban contando. Aurora Gámez, quien es hotelera en la zona, fue fundamental en la elaboración del guión. Muchos relatos que nos contó están allí, incluso la incluimos en la película como uno de los personajes”, relata.
RODAJE
Desde la concepción del largometraje, lo consideraban un proyecto comunitario, que iban a construir con la gente de la zona. "Trabajamos dos años en el Caribe sur, e hicimos casting, prácticamente todo el pueblo de Puerto Viejo está involucrado de una forma u otra en la película. El trabajo actoral fue muy gratificante, y pusimos mucho énfasis sobre todo en que para ellos fuera muy cotidiana la situación del rodaje. Nunca se les entregó el guión y cada escena se trabajó con improvisaciones de los actores, incluso los ensayos tenían que ver con improvisaciones sobre situaciones de conflicto familiar, sin que necesariamente hiciera referencia al guión".
Grabar en escenarios reales implica un esfuerzo grande. "Por una parte económico y por otra de logística y esfuerzo humano. Desde el principio, nos propusimos que muchas de las tomas de la película iban a filmarse en el mar y tuvimos que planear durante mucho tiempo de qué forma las haríamos si exponer al equipo técnico ni a los actores a ningún accidente. Un mes antes de iniciar la filmación asesinaron a un ecologista en la zona, y hubo una oleada de asaltos, así que se tomaron medidas de seguridad, se contrató una compañía de seguridad privada que nos acompañara, estuvimos siempre con el apoyo de la comunidad, etc".
El rodaje de Dos aguas tiene varias tomas subacuáticas y aéreas, las que estaban escritas desde el guión, y en algún momento pensaron en eliminarlas por el costo que podría implicaba llevarlas a cabo. "Logramos hacer alianzas con dos empresas costarricenses, una que contaba con helicópteros y avionetas, la cual nos prestó el helicóptero, y otra que nos patrocinó las tomas con octocoptéro. Fue una experiencia maravillosa filmarlas, a nivel estético le aportan mucho a la película y fueron la sensación entre los pobladores durante la filmación. En cuanto a las subacuáticas contamos con el apoyo del fotógrafo argentino Lucas Iturriza junto con un equipo de buzos, y salvavidas que velaban por la seguridad del talento".
DOS HERMANOS
Dos Aguas la resume como la historia de dos hermanos que se quieren y cuya relación se interrumpe por las malas decisiones del hermano mayor, ya que termina involucrado en el tráfico ilegal de drogas.
Dos Aguas, describe, es un fenómeno de corrientes marinas que “se da a unas 20 millas náuticas de la costa desde Colombia hasta Honduras. Esto genera que las corrientes arrastren objetos o basura hasta este lugar y queden allí estancados”.
“Los narcotraficantes, cuando van en sus lanchas tratando de ingresar droga al país y son perseguidos por la policía, sueltan sus cargamentos en el mar, esperando recuperarlos en Dos Aguas. Le llaman Dos Aguas porque las corrientes generan un efecto en el color del mar, que hace que se vea de dos tonos distintos”, detalla.
"Nosotros sabíamos que queríamos hablar de la situación del Caribe, ese era nuestro personaje principal por así decirlo, pero queríamos mostrar lo compleja que es la situación, en un lugar que es paradisíaco, pero con muy pocas opciones de supervivencia y desarrollo económico, y donde los carteles de la droga están empezando a instalarse desde hace unos años para acá. Decidimos contar la historia desde lo más íntimo, desde la familia, y particularmente desde una que se quiere. Para nosotros cualquier persona puede estar expuesta al tráfico de drogas, o al consumo, no tiene que ver necesariamente con vivir en un hogar desintegrado o con ser 'malo' o 'alocado'. Así que construimos a dos hermanos que darían lo que fuera el uno por el otro", explica Patrica vELÁSQUEZ.
La película Dos Aguas, desde la mirada del hermano menor, “muestra los estragos que genera en una familia el tráfico de drogas, y deja claro que es una situación a la que todos podemos estar expuestos en nuestras familias, sin importar condición económica, social o educativa”.
LAS DROGAS
Preguntada sobre cómo está el problema de las drogas entre los jóvenes en Costa Rica, señala que es una manifestación “creciente, y como nunca antes vemos en los noticieros diariamente notas sobre asesinatos relacionados con el narcotráfico, decomiso de cargamentos, y casos de legitimación de capitales. Probablemente es la punta del iceberg”.
Señala que esta situación “genera dinámicas complejas y una serie de problemas asociados que no solo afectan a los jóvenes, sino a toda la sociedad”.
¿Cómo califican el problema de la droga en Centroamérica en general y en Panamá en particular?
