El cine de Iberoamérica sufre de desajuste de salas

El cine de Iberoamérica sufre de desajuste de salas


En 2014 se estrenaron en salas cuatro películas panameñas: una de ficción (Historias del Canal) y tres documentales (Reinas, Invasión y  Rompiendo la ola).

Tres de ellas fueron estrenadas en el mismo mes: octubre, y tuvieron que disputar el apoyo de los espectadores.

El día de su estreno, Invasión estuvo en 14 salas, repartidas en 46 horarios. Cuando le llegó el turno a Historias del Canal arrancó en 11 salas y con 38 horarios, y después vino Rompiendo la ola en 14 salas y con 34 horarios.

Entre los tres títulos suman 39 salas y 118 horarios.

En términos de taquilla, Invasión fue la ganadora con una convocatoria cercana a los 50 mil espectadores, en un país donde hay 84 pantallas en los 12 complejos de cine existentes.

¿Qué pasa con los productos de Hollywood? La realidad es otra. Por ejemplo, a inicios de este mes de abril apareció por Panamá la producción Rápido y furioso 7 (Estados Unidos) y estuvo en 47 pantallas, repartidas en 109 horarios.

Esa desproporción entre el séptimo arte criollo y el procedente de la Meca del cine no solo se da en Panamá, sino también en países iberoamericanos como Guatemala, Costa Rica, Nicaragua, República Dominicana, Uruguay, Argentina, Chile y España, de acuerdo con productores, guionistas y directores.

Dos muestras de triunfo, a medias.

El fenómeno de taquilla en Costa Rica en 2014 y en el resto de su historia fílmica fue Maikol Jordan, que sedujo a 750 mil espectadores y alcanzó las 42 salas.

Se trata de la única producción tica que ha podido acceder al “mismo número, 42, que tuvo la primera The Avengers”, indica Edgar Murillo, coguionista de esta comedia.

Por su lado, Ocho apellidos vascos, dirigida por Emilio Martínez-Lázaro, es la producción española más vista en su país de origen con 56 millones de euros (unos 60.3 millones de dólares).

Tamaño éxito le brindó la oportunidad de estar en 350 salas de España, según uno de sus productores, Álvaro Augustín.

Todo pinta bien hasta que Augustín señala que un largometraje de Hollywood inicia su recorrido en España con 350 salas, y si se trata de una tipo Iron Man llega a las 700 salas.

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Creció la asistencia al cuarto Festival de Cine de PanamáLa odisea de hacer cine en Iberoamérica

UNA DISTRIBUCIÓN CON DESNIVEL

Aire libre, de Anahí Berneri, fue una de las 100 películas argentinas proyectadas en ese territorio en 2014.

Su drama fue visto por 60 mil espectadores y tuvo una salida de 20 copias.

Leer la cifra de 100 títulos impresiona, aunque Berneri advierte de que “existe una gran polarización y el 90% de la taquilla del cine nacional se reparte en menos de cinco películas argentinas”.

“A muchas, desgraciadamente, les cuesta acceder a la exhibición, llegando a estar en cartel no más de una semana con solo un par de copias”, agrega Berneri.

A ese hecho hay que unirle la presencia del cine industrial de Hollywood.

Por ejemplo, cuando La Salada, de Juan Martín Hsu, se estrenó en su natal Argentina fue con 13 copias, mientras que un blockbuster estadounidense lo hace hasta con 100 copias.

GUATEMALA

Ixcanul, que fue premiada en el Festival de Cine de Berlín (Alemania), aún no la han podido mostrar en su país de origen: Guatemala.

“Estamos trabajando su distribución en Centroamérica”, resalta una de sus productoras, Pilar Peredo.  "Las únicas en ver la película hasta hoy fueron las actrices María Mercedes Coroy y María Telón que recibieron con mucha emoción lo que se desprende de la película", resalta.



Tampoco se ha visto Territorio liberado, un documental de Augusto César Díaz sobre los 36 años que Guatemala vivió en la guerra durante el siglo XX.

“Hay un tema con el contexto particular de Guatemala con los antiguos guerrilleros, es un tema sensible y estamos viendo cuáles son las opciones de distribución que tenemos”, anota Díaz sobre su película, que como el resto de las que aparecen en este texto se proyectaron en el cuarto Festival Internacional de Cine de Panamá.

Sobre la diferencia entre el espacio que se le da en su país a una cinta propia y a una de Hollywood, Díaz anota que “la distribución de cine en Guatemala es un duopolio que se comparte el negocio y que no deja espacio para otras cosas”.

NICARAGUA

La pantalla desnuda fue el único largometraje de ficción de Nicaragua en 2014, de acuerdo con su directora, Florence Jaugey, ya que el país centroamericano tuvo una docena de cortometrajes y documentales.

“Salimos con 9 copias. Hay 5 cines en Managua, la capital, y 3 en los departamentos, y alrededor de 30 pantallas para todo el país. Una película de Hollywood la pasan en 2 salas en cada complejo”, calcula Jaugey.

URUGUAY

Se estrenaron 5 ficciones y 14 documentales en Uruguay en 2014. Uno de ellos fue Una noche sin luna, que salió con 6 copias, cuando las estadounidenses ingresan con hasta 15 salas.

“Seis es un número interesante para una película uruguaya, porque Montevideo es una ciudad de un millón 300 mil habitantes”, resalta Germán Tejeira, quien dirige Una noche sin luna.

Creadores audiovisuales que participaron en el Festival Internacional de Cine de Panamá comparten sus conocimientos en torno a la distribución de sus filmes.



COSTA RICA

El año pasado debutaron en salas 8 películas ticas en el hermano país: Italia 90, Maikol Jordan, Muñecas rusas, Espejismo y Rosado furia (todas largometrajes de ficción) y los documentales El codo del diablo, Los Maes de la Esquina y Los volátiles.

Por ejemplo, Dos aguas, de Patricia Velásquez, saldrá al circuito comercial el 21 de mayo en 7 salas.

REPÚBLICA DOMINICANA

A las salas de República Dominicana llegaron 25 películas nacionales en 2014, entre ellas, Dólares de arena, de Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas, que alcanzó las 11 copias.

En tanto, cualquier producto de Hollywood sobrepasa las 30 salas.

“El público dominicano apoya mucho su cine local, pero dada la gran cantidad de películas dominicanas que se estrenan cada año, el público cada día es más exigente con lo que va a ver”, explica Guzmán.

CHILE

El thriller psicológico No soy Lorena, dirigido por Isidora Marras, fue uno de los 41 largometrajes de ficción nacionales que se estrenaron en 2014 en Chile.

Según el informe de “Resultados del espectáculo cinematográfico en Chile 2012”, elaborado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, “los 10 títulos extranjeros más vistos de ese año estrenaron con mil 400 copias, promediando 140 copias por estreno. En contraste a los estrenos de ficción chilenos, lo hicieron con 411 copias, en promedio 15 copias por filme”.

Cuesta buscar financiamiento para rodar una película y luego el dilema es ver con cuántas copias se estrena la cinta.





ESPAÑA

Gervasio Iglesias, productor de La isla mínima, ganadora de 10 premios Goya, informa que en su país, España, en 2014 salieron 110 producciones nacionales, pero de ellas “solo un 25% con un estreno comercial masivo”.

“El resto son estrenos con pocas copias, pues hay películas de gran calidad que no tienen la distribución deseada”, explica Iglesias.

La isla mínima salió con 183 copias en España y llegó a las 200 copias, comenta Iglesias. Mientras que un largometraje proveniente de Hollywood lo hace con entre 350 y las 700 salas.

¿Qué opinan de este nivel a la hora del acceso a salas de cine?

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