La invasión de Panamá llevado a un documental



Al inicio, el documental sobre la invasión militar estadounidense a Panamá el 20 de diciembre de 1989 recibió el título de ¿Dónde estabas tú?, pero al terminar su película, el director Abner Benaim se dio cuenta de que “era limitado en cuanto a lo que expresaba sobre el contenido de la película”.

Por eso pasó a llamarse Invasión, ya que se le brinda al espectador “mucho más que solo dónde estaba cada uno, que es la primera pregunta que le hacía a cada entrevistado del documental, sino que luego hablábamos de muchos otros temas relacionados con la invasión”.

Además, invasión  “es la palabra exacta con la cual se refieren tanto los panameños como los estadounidenses a la invasión”.

El significado de invasión es  preciso: “una acción militar que consiste en la entrada de fuerzas armadas de una entidad geopolítica en el territorio de otra entidad semejante, normalmente con el objetivo de conquistar el territorio o cambiar el gobierno establecido”.

Abner Benaim habla sobre Invasión,  que presenta en el Festival Internacional de Cine de Panamá el 6 de abril a las 6:00 p.m. en el Teatro Nacional, y el 8 de abril a las 7:00 p.m. en la Sala 6 de Cinépolis.

-¿Por qué te llamó la atención del 20 de diciembre?

-Porque todos sabemos mucho sobre el 20 de diciembre, pero hemos hablado muy poco. En la historia reciente de Panamá la invasión es sin duda uno de los acontecimientos más importantes que hemos vivido. Pero prácticamente no se enseña en las escuelas, hay muy poca obra académica, literaria o audiovisual del tema, menos aún hecha por panameños. Se siente un silencio en torno al tema. Yo lo veo percibo como una especie de trauma colectivo que al no haber sido tratado, hablado, discutido, permanece con nosotros de una manera u otra.

-.¿Cuándo descubriste que daba para un documental?

-Fue algo gradual, pero me fui dando cuenta de que mucha gente aún no quería hablar del tema, y que aquellos que lo hacían, lo hacían con una necesidad imperiosa de hablar tal como si la invasión hubiera sucedido antes de ayer.

-¿Qué tiempo te tomó?

-Es difícil saber exactamente cuánto tiempo le dediqué al proyecto desde su inicio- creo que la idea surgió hace unos 5 años. La investigación fue dándose  poco a poco y luego ya el año pasado tuve dos meses de reproducción y 6 semanas de producción, luego unos 10 meses de post producción.

-¿La gente está dispuesta a hablar sobre el 20 de diciembre?

-Pienso que al haber pasado 25 años, muchas personas ya sienten libertad de hablar del tema tranquilamente. Me encontré también con muchos que por distintas razones no querían hablar.

-¿Quiénes te dijeron que no deseaban participar?

-Usualmente la gente que no quería hablar, es la que siente que tiene algo que perder porque se sepa de su participación en la invasión. También me encontré con mucha gente que sentía miedo de hablar, por ser recriminados por la sociedad, por  política, o por razones personales y familiares. Hay gente que aún carga mucho dolor  y que tenían mucha dificultad para hablar, pero lo hacían. Yo empecé la investigación hablando con panameños y estadounidenses, y muchos estadounidenses, especialmente los que siguen viviendo en Panamá, no quisieron hablar en cámara. Luego me di cuenta que realmente prefería contar la historia desde el punto de vista de los panameños, pues es el lado de la historia que no se ha contado, o que se ha contado menos.. "El dolor no habló" es una frase que me dijo Rubén Blades.  O como dice el editor del film, Andrés Tambornino: "es como si después de una película de Rambo fueras a entrevistar a todos los que murieron".

-¿Por qué un documental y no una de ficción para abordar el tema?

-Me gustan ambos géneros, y me gusta aún más la mezcla de los dos. En este caso en particular sentí curiosidad por escuchar lo que la gente tenía que decir. A mí me atraen los filmes documentales muy sencillos, de gente hablando sobre un tema interesante, y nada mas, como los de Couthinuo o de Errol Morris.  Pensé que era importante recoger las historias que en mi impresión estaban sueltas, en las casas, en la intimidad de cada familia, de cada persona.. La mecánica  del cine, de capturar imágenes, cortarlas y pegarlas, es muy efectiva en este caso, porque crea un diálogo ficticio, un relato coral donde no lo había. Cada uno habla desde su perspectiva, desde su punto de vista, desde su lugar en la sociedad y su lugar geográfico, y luego nosotros vemos una película donde están todos juntos, donde interactúan personas que ni se conocen, y donde juntos crean un discurso y algo más grande que cada testimonio por su cuenta. Para lograr esto, hacerlo de manera documental era ideal. Quizás algún día haga una ficción con el tema, pues ¡tengo historias como para hacer 5 películas más.

-¿Dónde estabas ese 20 de diciembre?

-Ese día, mi hermano me había advertido de no salir de la casa. Él estaba en Estados Unidos y llamó para decir que se veían en la TV a los soldados despidiéndose de sus familias diciendo que se iban a Panamá. Yo tenia 17 años y estábamos en la última semana de exámenes  bimestrales de sexto año de la escuela, listos para graduarnos. Como ya teníamos meses escuchando que venia la invasión, nos pasó la del cuento del lobo y salí esa noche con mis amigos.  Cuando empezó el bombardeo alguien dijo: "Empezó la invasión" y todo el mundo salió en silencio para su casa. Yo había tomado prestado el carro de mi padre y fui a toda velocidad, escuchando bombas, hasta la casa de mis padres en Paitilla. Desde el apartamento se veía El Chorrillo en llamas,  el aeropuerto internacional a la distancia humeaba, el aeropuerto de Paitilla en llamas también, y balas trazadoras que iban y venían en la avenida Balboa. Era realmente impresionante ver que todo eso estaba pasando en nuestro Panamá, donde supuestamente no pasaba nunca nada. Desde ese lugar se veía solo fuego, helicópteros, aviones, pero no se veía a la gente. Creo que ese aislamiento que tuve de los hechos, el hecho de verlo todo desde tan cerca, pero tan lejos, es una de las razones por las cuales quise hacer este documental. Para entender que paso ahí, para compartir un poco más de cerca la experiencia dura que se vivió en los barrios mas afectados, comenzando por El Chorrillo.

-¿La sociedad nacional ha sabido manejar ese hecho?

-A mi parecer no ha sido tratado, sino más bien ha sido dejado sin tratar porque simplemente no entra en la agenda o en la lista de prioridades de una sociedad que se mide primordialmente en términos utilitarios.

-¿Las nuevas generaciones, los que nacieron después de 1990, piensas que están claros de lo que pasó?

-He conversado con muchos jóvenes y la mayoría sabe muy poco o nada sobre el tema. Es espeluznante el grado de ignorancia y de indiferencia hacia la historia, aun la más reciente. He escuchado decir algo varias  veces y nunca deja de impresionarme: ¨Historia? ¿y  pa qué?

-¿Los gobiernos democráticos han sabido lidiar con esa fecha?

-A mi me da mucha pena ver como se conmemora el día de la invasión. La ceremonia parece reservada exclusivamente para familiares de los difuntos y para ciertas facetas de partidos políticos que se sienten mas próximas. A mi parecer debiera ser un día de conmemoración nacional, simplemente porque murieron muchas personas aquí,  panameños y extranjeros y hay que recordarlos. Me parece muy extraño que no sea una fecha de todos los panameños. Es sabido que la historia se repite si la olvidamos, si no aprendemos de ella, pero no estamos haciendo el esfuerzo para no olvidar. Es más, a veces el olvidar, dejar atrás, “no remover las cenizas” como dice alguien en la película, parece que fuera algo positivo.

-¿El olvido y la amnesia es un recurso de protección de la gente o piensas que en algunos es simple indiferencia?

-Hay un poco de ambos. Para alguna gente no hay mucho interés en recordar, y para otros hay mucho interés en olvidar.  Luego están aquellos que no tienen opción, que viven con la memoria de la invasión permanentemente.

-¿A quiénes entrevistaste?

-Entrevisté a mas de 200 personas- en la película pude incluir solo una parte de estas, por razones de tiempo y de narrativa. La lista es larga e interesante, compuesta por gente anónima, ex militares, ex batalloneros,  saqueadores,  y celebridades como Roberto Duran y Rubén Blades.

¿Nos interesa la historia nacional? ¿Hemos asimilado y comprendido todo lo relacionado con la invasión? ¿Los gobiernos democráticos han enfrentado el tema de forma adecuada? Tienen la palabra estimados lectores.

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