El cine se fusiona con el arte para rendirle honores al maestro istmeño Julio Zachrisson.
Hasta el 30 de abril estará en la Galería Allegro una muestra de sus óleos, dibujos y grabados en diferentes técnicas como litografías, aguafuertes y punta seca.
Algunas de estas piezas no estuvieron en la retrospectiva sobre Julio Zachrisson que el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) le dedicó en 2015.
“Aquí verán obras que no se mostraron en el MAC. Por ejemplo, Ofidio, la Carpeta de Quevedo y Ecce Homo. Además de los óleos y dibujos. También lucen diferentes en el espacio de la galería, que es más íntimo”, destaca la galerista Mirie de la Guardia, quien junto a Adrienne Samos se hicieron cargo de la curaduría de esta individual.
Además, en Allegro podrá apreciar, de forma gratuita, el documental Zachrisson, del director Abner Benaim, que se presentó en el pasado Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF Panamá) y que gira en torno a la reconocida carrera de esta figura nacional que reside hoy día en Madrid (España).
Para esta muestra se exhiben “4 óleos maravillosos y 5 dibujos sobre papel hechos a mano: dos que son en técnica mixta, con algo de collage. Formidables. Tenemos expuestos unos 50 grabados, varios que son series como la de El Circo, Toro lúdico, Toro volandero, una carpeta de obra basada en Los Sueños de Quevedo, genial”, explica Mirie de la Guardia.
La sala dedicada a “El Circo y los Toros está increíble. El montaje es muy lúdico, muy dinámico. Puedes apreciar la obra en su conjunto y se te hace mucho más cercana”, agrega.
También la sala panameña, con las litografías, y la salita negra con los grabados del Entierro de la bruja, el Brujo Cirilo y 20 de diciembre de 1989, que salen en el documental de Abner Benaim.
La Galería Allegro está abierta de lunes a viernes, de 9:00 a.m. a 6:00 p.m., y los sábados de 9:00 a.m. a 5:00 p.m.
COMPROMISO ABSOLUTO
“Julio Zachrisson es un maestro en todas las expresiones de las artes visuales en las que ha incursionado. No en vano su obra está en los mejores museos del mundo y fue Premio Goya en España. Aproximarse a un conjunto de obras tan exquisito realmente es una oportunidad imperdible”, comenta Mirie de la Guardia.
Estas piezas de Julio Zachrisson, así como el cortometraje de Abner Benaim, “dejan ver ese compromiso absoluto de Zachrisson con su trabajo y su vida que, a la postre, son una sola”.
Sobre el cortometraje de Abner Benaim, lo calificó de “magistral y perfecto. Tú sabes cuánto quiero y conozco a Julio, y sí, a pesar de saber lo bueno que es Abner, tenía mi cualquier susto de cuál sería la perspectiva. Lo hizo con una intimidad y sensibilidad que era lo que se necesitaba. Y que, como toda buena obra, es tan personal que universaliza al hombre”.
“Cuando vi a Julio ciego hace tres años, cuando me despedí con el miedo de que fuera nuestro último abrazo, sentí que era imprescindible tenerlo en video. Sí, una retrospectiva de grabado estaba bien –más que merecida-, pero él no estaría en Panamá, no podría estar, y a él, a Julio Siegfried Norman Zachrisson Acevedo, a Julito, al artista, al rumbero, a ese que se nos da entero y en cuyo corazón cabemos tantos, debíamos tenerlo lo más cerca posible”, le comentó Mirie de la Guardia a Benaim tras ver Zachrisson.
“Lo más difícil fue que pareciera tan fácil, tan íntimo, tan Julio. Y Abner lo logró con creces. Algo que no había notado tanto como hoy fue el protagonismo de sus manos. Esas con las que grabó, acarició y que ahora son sus ojos”, indica.
“Gracias a Abner, a Lili Maduro (productora) por escuchar mi cantaleta y sumarse con todas las de la ley apostando por el mejor cineasta que tenemos. Porque se necesitaba corazón para hacer esto. Y ahí está. De lleno”, resalta.
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