Una escena de 1977, que forma parte de Historias del Canal.
Entre el lunes 20 y el miércoles 22 de octubre de 2014, la película más vista en el complejo de salas de Cinépolis de Multiplaza es la hermosa, emotiva y valiosa Historias del Canal, informa una de sus productoras, Ileana Novas.
Eso es un motivo de orgullo esta tamaña hazaña, pero no es suficiente. Se requiere de un apoyo mayor para que siga adelante.
Recordemos que las producciones istmeñas se enfrentan a largometrajes de Hollywood en condiciones de clara desventaja: las nuestras, por lo general, se proyectan en menos salas; a veces en horarios poco afortunados y tienen presupuestos de promoción más reducidos que los tanques de la Meca del Cine.
La única forma de vencer al Goliat de Hollywood industrial, es asistir en masa a las salas a consumir cine nacional. Aunque dejemos algo en claro: ver Historias del Canal es mucho más que apoyar al talento istmeño, es simplemente disfrutar de una película de notable calidad y dueña de múltiples mensajes, más allá de dónde es.
Vivamos la experiencia de ser testigos y de colaborar al mejor año del cine panameño. El 2014 será recordado como la fecha que provoca un antes y un después en el séptimo arte nuestro. Se acabaron los tiempos en que nunca se estrenaban títulos patrios y se terminó el periodo de películas nuestras menores.
Es un hecho único que hoy podamos darnos el lujo de ir a una sala y pasarla de maravilla con las meritorias Historias del Canal, Invasión y Rompiendo la ola, todas de excelente factura y cada una cuenta a su manera el devenir de esta nación.
¿Ya vieron Historias del Canal? Deben disfrutarla y pronto. Debemos evitar que salga de las salas del país. Depende de todos nosotros.