Desde que tengo memoria, siempre he soñado con ir a Nueva York, pero no al de la Estatua de la Libertad ni del Empire State. Lo mío era Broadway, ver cuanta obra pudiera a partir de mi presupuesto y mis días libres. El sueño se cumplió a finales de abril.
El negocio teatral de esa parte de Estados Unidos tuvo un 2012 terrible. El huracán “Sandy”, ocurrido en octubre pasado, provocó que la mayoría de las salas de Broadway estuvieran cerradas por una semana debido a las inundaciones.
De acuerdo con un reporte del diario español El País, las pérdidas ascendieron a 8.5 millones de dólares. Aunque todavía no hay cifras precisas de qué tal les ha ido en 2013, puedo atestiguar que en los cinco montajes que vi —tres musicales y dos dramas— la ocupación de las salas oscilaba entre 90% y 100%.
ESTRELLAS
Estar en Broadway da respetabilidad a los actores provenientes del cine, y para el circuito teatral es una bendición tenerlos porque, por lo general, son un éxito asegurado de boletería.
Es una manera para que los críticos y el público vean a estos artistas en otra faceta y demostrarles que sí tienen calidad, sin volver a grabar la toma 20 veces durante los rodajes.
Por ello, aunque la paga sea infinitamente más baja que si estuvieran en una superproducción de Hollywood, los intérpretes participan en temporadas cortas en Broadway, que pueden ser de días y alcanzar los tres o cuatro meses.
Hoy día, con el dinero suficiente en tu bolsillo y suerte si encuentras boletos disponibles, puedes ver a figuras como Tom Hanks en Lucky Guy (Teatro Broadhurst); Alec Baldwin en Orphans (Teatro Gerald Schoenfeld); Bette Midler en I’ll Eat You Last (Teatro Booth); Alan Cumming en Macbeth (Teatro Barrymore) y Matthew Broderick en Nice Work If You Can Get It (Teatro Imperial).
También ofrecen sus dotes en las tablas los astros Cuba Gooding Jr. y Vanessa Williams en The Trip To Bountiful (Teatro Stephen Sondheim); Edie Falco en The Madrid (City Center Stage) y Sigourney Weaver y David Hyde Pierce en Vanya and Sonia and Masha and Spike (Teatro Golden).
Ya salieron de circulación sus montajes, pero en meses pasados estuvieron en las salas Jessica Chastain, Al Pacino, Katie Holmes y Scarlett Johansson.
FECHAS
A lo largo del año podrás ver montajes permanentes como El Rey León y Jersey Boys, pero hay otros que solo duran poco tiempo, por lo que ayuda estudiar primero qué hay y después decidir.
Una buena época para disfrutar de Broadway es durante los primeros cinco meses del año o esperar a que llegue noviembre y diciembre. ¿Por qué? A finales de cada abril es cuando se sabe cuáles son las puestas en escena que aspiran al Tony, la más relevante distinción norteña al arte de Dionisio.
Por lo que entre más cerca se esté de ese día, más fresca estará en la memoria del jurado la labor de los creadores.
GUSTOS
Dime qué te gusta y la veintena de espacios teatrales de Broadway harán lo posible por brindártelo.
Si te encantan los musicales más clásicos de ese sector de Manhattan, de esos que tarde o temprano el cine ha hecho sus respectivas versiones, puedes ver ahora mismo Chicago (Teatro Ambassador), Mamma Mia! (Teatro Winter Garden) y Rock of Ages (Teatro Helen Hayes).
Si quieres musicales más recientes, tus principales opciones son Kinky Boots (Teatro Al Hirschfeld) y Matilda (Teatro Shubert), ya que el martes pasado recibieron 13 y 12 postulaciones al Tony, respectivamente.
Si lo tuyo es el drama, puedes tomar como guía los montajes que fueron nominados este mes al Tony en la categoría de mejores obras: The Assembled Parties (Teatro Samuel J. Friedman), Lucky Guy (Teatro Broadhurst), The Testament of Mary (Teatro Walter Kerr) y Vanya and Sonia and Masha and Spike (Teatro Golden).
Si te inclinas por el Off Broadway, tienes disponible títulos como My Name is Asher Lev (Teatro Westside) y Women on Will (sala del The Gym at Judson).
Si tienes hijos pequeños, los que ni bajo amenaza irían a ver un montaje basado en una novela de Truman Capote, hay espectáculos como Annie (Teatro Palace), Avenue Q (New World Stages), Cinderella (Teatro Broadways), Spider-Man turn off the dark (Teatro Foxwoods) y The Lion King (Teatro Minskoff).
BOLETOS
El público paga entradas que van desde unos 80 dólares (las filas más lejanas al proscenio) hasta alcanzar precios superiores a los 300 dólares para estar a centímetros del escenario.
Un boleto en área privilegiada para un producto del Broadway industrial puede costar hasta tres veces más caro que si te inclinas por las propuestas intimistas del off Broadway.
Los boletos puedes comprarlos vía internet en la página oficial de los teatros o en sitios como broadway.com o americanatickets.com.
Si estás en la Gran Manzana, puedes ir al teatro en cuestión, preferiblemente el día anterior a la función.
Una opción para ahorrar es esperar las ofertas que hay en el establecimiento TKTS.
Uno está ubicado en la calle 47 (hay otro en Brooklyn). Abre a las 3:00 p.m. y logras descuentos de entre 30% y 60%, pero solo para funciones de ese mismo día y para espectáculos específicos. Aclaración: montajes más populares como Wicked o Lucky Guy casi nunca estarán en TKTS.
En cuanto a horarios, los sábados, domingos y miércoles es frecuente que los espectáculos se presenten a las 2:00 p.m. y luego a las 7:00 p.m. o a las 8:00 p.m. El resto de los días solo hay horarios nocturnos.
Ah, todos los montajes se inician a la hora establecida. Ya sabe.
¿Han podido ir a Nueva York? ¿Qué les llama la atención de la Gran Manzana? ¿Han visto alguna obra de teatro en Broadway?