La tecnología ha permitido desarrollar técnicas de exploración, diagnóstico y cirugía menos invasivas, lo que se traduce en un menor riesgo y tiempo de recuperación para el paciente, además de evitar grandes cicatrices.
A comienzos de este siglo, se empezó a popularizar en Europa y Estados Unidos (EU) la cirugía mínimamente invasiva con el robot Da Vinci, fabricado por la empresa Intuitive Surgical Inc., del cual hoy existen mil 840 sistemas instalados en mil 450 hospitales del mundo.
En Latinoamérica, países como Venezuela, Colombia, Brasil, Chile y Argentina ya cuentan con el Da Vinci, que se utiliza en cirugía general, urología, ginecología y otras especialidades. En EU, alrededor del 80% de todas las prostatectomías radicales (extirpación completa de la próstata con cáncer) se hacen con la asistencia de este robot.
Esta tecnología aún no está disponible en Panamá. La Dra. Leticia Ruiz, uróloga que se entrenó en el uso del robot quirúrgico en Francia, confía en que el país sea el primero de Centroamérica en contar con un robot de estos. “Es lo que aspiramos quienes nos dedicamos a hacer cirugía mínimamente invasiva”.

