Nicaragua es, a partir de hoy, el punto estratégico donde escritores, editores y traductores de América y Europa se reunirán para enfocar su mirada hacia un mismo objetivo: Centroamérica.
Los análisis de estos más de 70 intelectuales del arte, la literatura y la cultura convergerán en el marco de Centroamérica Cuenta 2015, una reunión cultural que se extenderá hasta el 23 de mayo en las ciudades de Managua y León.
Esta iniciativa, que organiza el escritor y político nicaragüense Sergio Ramírez, celebra su tercera versión con la libertad de expresión como tema principal en un homenaje a Charlie Hebdo y para exaltar el valor constructivo de la literatura.
Los escritores panameños Consuelo Tomás y Justo Arroyo —ambos ganadores en diversas ocasiones del Concurso Nacional de Literatura Ricardo Miró— representarán al istmo en esta cita cultural, que este año se dedica a Ernesto Cardenal, escritor y teólogo nicaragüense.
Intercambio cultural
El hecho de ser invitados para formar parte de esta iniciativa representa —tanto para Tomás como para Arroyo— una oportunidad para interactuar con colegas centroamericanos y europeos sobre la realidad cultural en que viven sus países.
Centroamérica Cuenta 2015 es, para Tomás, una fiesta del pensamiento y la palabra, que recalca el valor de la libertad de expresión, así como el compromiso que tienen los escritores a través de sus producciones literarias.
El miércoles 20 de mayo Tomás participará junto a otros invitados del conversatorio “Identidad y libertad sexual en la literatura centroamericana”.
En su intervención, desarrollará sobre la dimensión socio-cultural de este tema, que implica analizar “cómo los imaginarios colectivos —sobre lo que nos han dicho (impuesto) debe ser la norma— prevalecen por encima del reclamo y la puesta en agenda política de crecientes grupos de la población para vivir la sexualidad de modo natural, sin culpa, estigma o discriminación; un reclamo que se extiende al tema de los derechos, además de lo que ya las mujeres han adelantado en temas de género”.
Ponencias itmeñas
De acuerdo con Tomás, Panamá tiene deudas pendientes muy graves con el tema de las libertades sexuales, “solo mencionar que nuestros adolescentes no tienen una educación sexual integral, científica y contemporánea, ya es un problema. Por supuesto, los y las escritoras ya hemos llamado la atención sobre todo eso en nuestros textos literarios”.
Arroyo intervendrá el viernes 22 en el conversatorio “Globalización y banalidad. Nuevos lectores en la civilización del espectáculo”.
En el mismo, se debatirá acerca del tema más apremiante de la cultura actual, y es la irrupción de la tecnología como elemento dominante: cómo afectan la internet, la electrónica, las redes sociales, cuál es el futuro de la literatura, los medios impresos y la lectura en general, afirma Arroyo.
Al ser preguntado sobre cómo las nuevas tecnologías influyen en el fomento de la lectura, este escritor percibe que a menos que se legisle efectivamente para proteger al libro, “la tecnología absorberá todo el tiempo que tenemos disponible no solo para la lectura sino para la misma interacción social. Esto independientemente de que las tecnologías pueden producir -y están produciendo ya- alternativas literarias interesantes”.
En palabras de Arroyo, la cultura es “lo que nos hace ser lo que somos”.
Panamá ha sobrevivido y sobrevivirá por su cultura, independientemente de las influencias, considera. “Hemos sido un país abierto, expuesto a todas las culturas pero, como decía José Martí, nuestras raíces están bien afirmadas, lo que permite que nuestras ramas lleguen al cielo. Esto se aplica en especial a Centroamérica e Hispanoamérica en general, con países que comparten un tronco común y un enramado en perpetuo crecimiento. De allí que mientras se efectúen más intercambios como ‘Centroamérica Cuenta’, mayor provecho habrá para nuestros países”.

