Arrestos, entregas voluntarias, congelación de cuentas, allanamientos y hasta solicitudes de federaciones para que se les investigue es el balance al cumplirse hoy la primera semana desde que la justicia estadounidense acusó de corrupción a 16 dirigentes de Concacaf y Conmebol.
Se trata de otro capítulo del llamado Fifagate que se inició el pasado 27 de mayo cuando la Policía de Suiza, en colaboración con la justicia estadounidense, arrestó en ese entonces a siete altos directivos del ente mundial futbolístico por sospechas de corrupción y luego en el transcurso del tiempo fueron cayendo más.
Entre 16 nuevos nombres de acusados que fueron revelados la semana pasada se menciona al expresidente de la Federación de Fútbol de Panamá (Fepafut) Ariel Alvarado.
El dirigente panameño es señalado presuntamente por recibir coimas por $230 mil por los derechos de comercialización de los partidos de Panamá para el Mundial de Sudáfrica 2010 ($60 mil) y Brasil 2014 ($70 mil). Además de obtener supuestamente $100 mil por los derechos de una Copa Oro, según un documento de la Corte de Nueva York (EU).
Alvarado, quien al momento de ser señalado por estos cargos fungía como miembro de la Comisión Disciplinaria de la FIFA y además perteneció al Comité Ejecutivo de la Confederación Norte y Centroamericana de Fútbol (Concacaf), ejerció como presidente de la Fepafut entre 2001 y 2011.
La Fepafut no ha imitado a su homóloga de El Salvador, que hizo una petición a la Interpol para que se le investigue, toda vez que algunos de sus exdirectivos y directivos están siendo indagados por estar vinculados con actos de corrupción.
En su momento, el presidente de la Fepafut, Pedro Chaluja, desvinculó a ese organismo de este escándalo, bajo el argumento de que se trata de acusaciones y acciones que se han tomado de forma individual contra las personas (Ariel Alvarado en el caso de Panamá) y no contra la Fepafut como tal.
No obstante señaló que de ser necesario, como federación están abiertos a brindar cualquier tipo de información.
REACCIONES
En iguales términos se pronunció ayer el tesorero de la Fepafut, Mateo Fábrega, al indicar que el organismo deportivo que representa está abierto para que cualquier autoridad audite su cuentas.
Según Fábrega, a Alvarado no se le investiga por las cuentas dentro de la federación, sino por el supuesto de recibir beneficios para la firma de esos convenios de comercialización.
“Nosotros conocíamos de los términos del contrato de Brasil 2014, que era el doble ($850 mil) en relación con el de Sudáfrica 2010, por lo que nos pareció una buena cifra y todo ese dinero entró a la federación”, sostuvo.
En cuanto a una posible solicitud del Departamento de Justicia de Estados Unidos requiriendo a Alvarado, un funcionario de la sede diplomática en Panamá señaló que por “política nuestra por años, no comentamos sobre temas de extradición” y destacó que “aquellas personas mencionadas en la formulación de cargos son buscadas por la ley y estamentos de justicia estadounidenses”.
Hace unos días, Alvarado hizo pública su disposición de colaborar con las autoridades estadounidenses para esclarecer el total de los hechos que se le investiga.
OTROS PAÍSES
Como parte de esta “nueva tanda” de acusados, ayer miércoles, en Argentina, el ex secretario general de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) José Luis Meizner se entregó ante el juzgado que tramita su extradición a Estados Unidos dentro del marco del escándalo por corrupción que envuelve a la FIFA.
El abogado de Meiszner, Luis Daer, declaró que intentará que Meiszner cumpla prisión domiciliaria hasta tanto el Poder Judicial defina si será extraditado a Nueva York (EU).
En Perú el expresidente de la federación de fútbol de ese país Manuel Burga fue trasladado a inicios de semana a una cárcel en Lima, luego de que un juez confirmase su arresto preventivo en conexión con la extradición solicitada por el Departamento de Justicia de EU, que lo acusa en una extensa investigación de sobornos de la FIFA.
En Honduras, el Ministerio Público informó de la congelación de tres cuentas bancarias del expresidente Rafael Leonardo Callejas y Alfredo Hawit, uno de los vicepresidentes de la FIFA, por presuntos vínculos con un escándalo de corrupción.
En Guatemala, autoridades judiciales realizaron el fin de semana dos allanamientos en busca del presidente de la federación local de fútbol, Brayan Jiménez, involucrado en un caso de corrupción en la FIFA investigado por la justicia estadounidense.
Héctor Trujillo, secretario general de la federación guatemalteca, fue capturado el viernes pasado en Florida (EU) mientras estaba en un crucero con su familia.
Trujillo, además de su puesto en la federación, también funge como juez suplente de la Corte de Constitucionalidad, la máxima instancia legal del país.
La investigación de la justicia de EU también incluye al guatemalteco Rafael Salguero, exmiembro del comité ejecutivo de la FIFA. Por este mismo caso en Ecuador están bajo arresto domiciliario Luis Chiriboga y Francisco Acosta, presidente y secretario de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, a los cuales también se les congeló sus cuentas bancarias.