A través de las 27 ferias de empleo convocadas por el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) en los últimos dos años, se han ofertado 72 mil 320 puestos de trabajo, aunque de este total se han insertado al mercado laboral 25 mil 312 personas, solo 35% de las plazas vacantes ofrecidas por el sector privado.
Estas ferias, que buscan que la población desocupada pueda postularse en diversos puestos laborales y tener un contacto directo con las empresas, no han surtido total efecto.
Según analistas en materia laboral, la explicación es que muchas personas que acuden a estas ferias de empleo convocadas por el Estado no tienen una buena preparación académica o suficientes años de experiencia en el mercado laboral.
René Quevedo, especialista en el mercado laboral, también manifiesta que, a pesar de que las contrataciones han aumentado en los dos últimos años, ha habido una sensación de poca confianza respecto al futuro por parte de los inversionistas.
BAJA INSERCIÓN LABORA EL FERIAS
Las ferias de empleo convocadas por el Estado reflejan la necesidad que tienen los jóvenes de encontrar un trabajo.
En los dos últimos años, el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) ha convocado 27 ferias de empleo a escala nacional a las que han asistido aproximadamente 100 mil personas. Quienes acuden, en su mayoría, son jóvenes en edades entre 18 y 29 años.
Pero, justamente este sector de la población es de los menos beneficiados en la expansión del empleo en el país. Las estadísticas así lo confirman. De 2009 a 2015, los jóvenes obtuvieron apenas 1 de cada 16 nuevos empleos estables generados por la economía.
Las otras 15 plazas se quedan entre los adultos mayores de 30 años, según datos de la Contraloría General de la República, ello a pesar de la multimillonaria inversión estatal en educación y formación laboral para los jóvenes, calculada en más $6 mil millones.
Con las ferias de empleo se busca conectar a los jóvenes con los reclutadores y ejecutivos del sector privado. Sin embargo, las ferias no han surtido el efecto esperado para la mitad de la población que acude a ellas.
Las razones, según los especialistas, son que muchas de las personas que van a estas ferias de empleo optan por plazas que no se ajustan al perfil solicitado por las empresas.
En otros casos, no tienen una buena preparación académica o no tienen suficientes años de experiencia en el mercado laboral.
Hernando Rodríguez, director de Empleo del Mitradel, recuerda que en las ferias la última palabra la tiene el empleador.
“El hecho de que un desempleado sea contratado va a depender del perfil que la empresa esté requiriendo en ese momento. Nosotros (Mitradel) lo que hacemos es un seguimiento a cada una de las personas que asisten a las convocatorias a fin de conectarlas con el sector empresarial y darle una alternativa que se ajuste a sus capacidades”.
Recientemente, el Ministerio de Trabajo, anunció el calendario de ferias de empleo para el segundo semestre de 2016 en el que participarán 580 empresas y donde se ofertarán más de 17 mil vacantes.
La mayoría de las plazas ofertadas en las ferias de empleo están directamente relacionadas con las áreas técnicas: soldador, cajera, auxiliar de inventarios, contador, ayudante general, ayudante de bodega, recepcionista, saloneros, encargado de soporte técnico, conductores, seguridad, entre otros. Una de las empresas que ha participado en varias oportunidades en las ferias de empleo ha sido la estadounidense ManpowerGroup, dedicada al reclutamiento de personal.
La compañía es el enlace entre cientos de buscadores de empleos y 120 empresas ubicadas a escala nacional, comenta Ariel Ayala, gerente de Desarrollo de Negocios de Manpower.
Explica que estas ferias resultan muy positivas para los buscadores de empleo, a pesar de que los resultados no sean tangibles para todos.
“En la última feria que estuvimos recogimos cerca de 500 síntesis curriculares; la mayoría de esas personas fueron llamadas para ser entrevistadas. Sin embargo, hay que dejar claro que no podemos colocar a las 500 personas en el mercado laboral porque siempre depende de que exista la vacante y la decisión que tome el empleador”, señala.
CRECE INFORMALIDAD
Además de las ferias de empleo, las personas están buscando otras soluciones para encontrar una plaza vacante. Tal es el caso de las redes sociales.
“Hay una tendencia muy marcada, sobre todo en los jóvenes, de presentar su hoja de vida personalmente a las empresas, sin intermediación de reclutadores y por la vía digital”, comenta René Quevedo, consultor en inserción laboral.
De esta forma atienden las vacantes que se divulgan por las redes sociales, aunque Quevedo alerta que muchos de estos empleos son temporales o informales.
“Esta tendencia del empleo informal ha ido creciendo en los últimos cuatro años, por lo que es necesario generar medidas, a tiempo, que permitan transformar esos empleos temporales en sostenibles”, señala.
