La economía de Brasil se contrajo 1.7% en el tercer trimestre, una caída mayor de la que estimaban los pronósticos y que profundiza la crisis que ha inflado los precios y aumentado el desempleo a niveles no vistos en años.
En lo que va del año el Producto Interno Bruto acumuló una contracción de 3.2%, el peor nivel desde 1996 cuando se comenzaron a contabilizar las cuentas de forma trimestral, indicó este martes, 1 de diciembre, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística.
“El resultado es que la economía de Brasil se ha contraído durante tres trimestres consecutivos y es 5% más pequeña de lo que era al comienzo de 2014”, dijo Neil Shearing, jefe economista de mercados emergentes para Capital Economics, una compañía con sede en Londres.“Hay varias maneras de interpretar los resultados pero podría argumentarse que Brasil está ahora atravesando la peor recesión desde 1930-1932”, agregó.
Las perspectivas no son alentadoras: la inflación continúa en alza y ha comenzado a ejercer presión en el consumo en los hogares. Las familias redujeron su consumo un 4.5% durante el tercer trimestre comparado con el mismo período del año anterior. La inversión y las exportaciones también cayeron.
Los resultados también muestran cómo la caída de los precios de los productos básicos a nivel mundial sigue afectando a Brasil, ya que el sector agrícola generó un 2.4% menos que los tres meses anteriores. La profunda desaceleración de la actividad manufacturera de 3.1% confirma un panorama poco alentador para la industria brasileña.
Por otro lado, el escándalo de corrupción en la estatal Petrobras implicó a grandes ejecutivos de la construcción en el país, lo cual detuvo muchas obras.
La presidenta Dilma Rousseff convocó este martes a los líderes parlamentarios para lograr la aprobación de una iniciativa de ley que permitiría a Brasil no cumplir su meta fiscal, ya que la baja en el consumo también ha reducido los fondos que el gobierno recibe en impuestos. El Congreso se reunirá la noche del martes para discutir el proyecto.