El viento ayudará a compensar la energía que se dejará de producir con las plantas hidroeléctricas por la escasez de lluvias agudizada por el fenómeno de El Niño.
Durante la temporada lluviosa las hidroeléctricas aportan hasta el 65% de la demanda del país, que el 2 de julio del año pasado alcanzó el récord con mil 612 megavatios.
Desde que comenzó operaciones, el parque eólico de Penonomé ha ido reemplazando otros tipos de generación y este año será mayor debido al desarrollo de nuevas fases del proyecto.
El parque generará más energía justo en la temporada seca, que amenaza con ser más prolongada.
La tendencia de uso de energías renovables va en la línea con las políticas energéticas del plan que promueve el actual gobierno para depender menos de los combustibles fósiles.
Sin embargo, en los próximos meses de sequía aún será necesario utilizar un porcentaje de plantas térmicas, porque la producción hidroeléctrica cada vez será menor y el parque eólico no podrá cubrir más del 25% de la demanda.
Con 19 mil hectáreas de concesión, el parque eólico Laudato Sí, ubicado en Penonomé, Coclé, rompió récord de producción el 1 de enero de 2016 al cubrir el 21.7% del requerimiento energético nacional de ese día o un aporte de aproximadamente 5.13 gigavatios hora (GWh).
De acuerdo con las proyecciones de Unión Eólica Panameña Penonomé II, este año habrá una disminución de 480 GWh en generación térmica en Panamá, producto de la entrada en operación de más aerogeneradores.
Además, se estima que durante la estación seca cada unidad aerogeneradora del parque llegue a producir 1.46 GWh mensuales, lo cual podría abastecer aproximadamente 4 mil 170 hogares panameños cuyo consumo energético sea de 350 kWh-mes.
En Panamá se estima que el 78.1% del total de los clientes residenciales tienen un consumo de hasta 350 kWh-mes, segmento que recibe subsidio del Estado.
La producción de energía limpia ha tenido un auge por los beneficios ambientales que trae, pero hace falta más infraestructura para conectar las nuevas plantas de generación a la red eléctrica y transportar la electricidad hasta los centros de consumo.
Se calcula que en 2016 habrá un incremento en el país de 583 GWh de energía renovable. Para los próximos años se prevé la entrada de nuevos jugadores al mercado, que producirán energía a base de gas natural, un derivado fósil, pero menos contaminante y más económico que el bunker y el diésel.
Plan energético apuesta a fuentes renovables
La hoja de ruta para la implementación de un plan energético nacional apunta a que al menos un 70% de la matriz eléctrica a 2050 vendrá de fuentes renovables con especialización en energía solar y eólica, complementadas con otras fuentes de generación.
Así se dio a conocer ayer durante el cierre de consulta ciudadana para concretar el proyecto de aquí a 35 años. Avanzar en la adopción de nuevos estándares ambientales, lograr mayor participación comunitaria, asegurar la continuidad del suministro energético, educar al consumidor, así como crear las condiciones de un transporte público de calidad, son algunos de los planteamientos que están en la línea de trabajo.
Desde agosto pasado, la Secretaría Nacional de Energía, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), conjuntamente con otros organismos y sectores de la sociedad civil, iniciaron consultas para definir un programa energético a través de 16 foros que se realizaron en todo el país.
El secretario de Energía, Víctor Urrutia, dijo que el plan se enfoca en lograr ahorros por medio del uso racional y eficiente de la energía.
El ministro de la Presidencia, Álvaro Alemán, observa la posibilidad de diversificar la matriz energética e incorporar otras fuentes, en lugar de utilizar solo la hídrica y la térmica.
Para el representante residente del PNUD, Martín Santiago, “es esencial” que Panamá haya tomado la responsabilidad de pensar a largo plazo en un modelo energético, sobre todo, cuando toma referentes internacionales.
Tanto el PNUD como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina donaron unos $250 mil como apoyo técnico y logístico para desarrollar las consultas.