La Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP) extendió por 30 días la toma de control administrativo y operativo de Balboa Bank & Trust, entidad incluida en la Lista Clinton de actividades ligadas al lavado de dinero y el narcotráfico.
La SBP tomó el control del banco el pasado 5 de mayo, por 30 días, por lo que el plazo original vencía este fin de semana. Con la prórroga, tendrá el control hasta el 4 de julio próximo.
El regulador justificó la decisión, porque al momento de la toma de control, el 5 de mayo de 2016, "el banco estaba en transición de su plataforma tecnológica, labor ejecutada por una empresa norteamericana y que no fue sino hasta el 13 de mayo que, a través de una licencia otorgada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, se le permitió a esa empresa seguir brindando sus servicios al banco", señala una nota de la SBP.
"La extensión de la toma de control administrativo y operativo permitirá completar la valoración de los activos del banco, minimizar las pérdidas de valor de la entidad, todo lo cual permitirá salvaguardar de mejor manera los intereses de los depositantes, y poder definir una hoja de ruta sobre las potenciales alternativas que, de acuerdo al marco legal bancario, puedan ser consideradas por la Superintendencia de Bancos", añade el comunicado.
Como administrador interino fue designado Francisco Escoffery. Igualmente, Balboa Securities, el puesto de bolsa ligado al banco, fue intervenido por orden de la Superintendencia del Mercado de Valores.
Nidal Waked, ligado a lo que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro estadounidense denomina The Waked Money Laundering Organization, es tesorero de la junta directiva del Balboa Bank & Trust y se encuentra detenido en Bogotá, Colombia, a la espera de ser extraditado a Florida, donde debe enfrentar cargos de lavado de dinero y fraude bancario.
La OFAC detalló en un reciente informe que Balboa Bank & Trust habría asistido con apoyo financiero y tecnológico, o el suministro de bienes y servicios, a la red de lavado de dinero a la que se vincula a Nida y su tío Abdul Waked, entre otros miembros de su familia. (Lea el informe completo aquí).