FinCEN relaja presión sobre bancos locales

FinCEN relaja presión sobre bancos locales


El FinCEN de Estados Unidos (EU), entidad encargada de vigilar el sistema financiero y combatir el lavado de dinero —equivalente a la Unidad de Análisis Financiero de Panamá—, emitió un comunicado en el que reconoce la salida de Panamá de la lista del Grupo de Acción Financiera (GAFI) de países con deficiencias en la lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.

Este hecho debería tener un impacto positivo en la percepción de riesgo de los bancos corresponsales de EU hacia sus pares panameños, y además reduce las exigencias que pesaban en las relaciones entre entidades de los dos países por la consideración de Panamá como jurisdicción de alto riesgo para el lavado.

En agosto de 2014, dos meses después de la inclusión de Panamá en la lista, el FinCEN, dependencia del Departamento del Tesoro estadounidense, emitió una recomendación a las instituciones financieras de su país para que elevaran sus controles en las relaciones con bancos panameños. 

Al tener que elevar las medidas de control, los gastos en que incurrían los bancos eran mayores y, en muchos casos, optaron por limitar sus relaciones con la banca local. Según el superintendente de Bancos, Ricardo Fernández, desde que Panamá ingresó en la lista gris, 36 líneas de corresponsalía se perdieron.

En la resolución de este mes de marzo, FinCEN reconoce que “Panamá ha sido retirada de la lista del GAFI y de su proceso de monitoreo debido a su significativo progreso en establecer un marco regulatorio para enfrentar todas o casi todas sus deficiencias estratégicas en la lucha contra el lavado de capitales y el financiamiento del terrorismo a nivel técnico”.

Como consecuencia, Panamá dejó también de figurar en la relación del FinCEN de países con deficiencias, con los que los bancos están obligados a tomar especial precaución. En esta relación permanecen, entre otros, Afganistán, Bosnia y Herzegovina, Guyana, Irak, Laos y Myanmar. Además de Panamá, abandonaron la lista Argelia y Angola.

El FinCEN señala en el comunicado que “para las jurisdicciones que han sido retiradas recientemente de la lista del GAFI, las instituciones financieras deberían tomar en cuenta la decisión de GAFI y las razones de la exclusión de la lista a la hora de evaluar el riesgo”.

Varias fuentes del sector financiero dijeron que este es un paso positivo para mejorar la imagen internacional del país y las relaciones con los corresponsales extranjeros, pero advirtieron de que no será inmediata la recuperación de las líneas de corresponsalía perdidas.

En este sentido, los bancos panameños, especialmente los pequeños, también se están viendo afectados por una cuestión de lógica de negocios. En algunos casos, no se genera suficiente volumen de negocio como para que el corresponsal extranjero obtenga beneficios luego de las diligencias que debe hacer para mantener esa relación.

Para el secretario general de la Superintendencia de Bancos, Gustavo Villa, “el hecho de salir de una lista de advertencia de FinCen, deja al sistema financiero panameño con otro tipo de riesgo a la hora de las evaluaciones, pero tampoco podemos esperar que sea algo automático”. Villa dijo que se trata de un proceso en el que el país debe seguir demostrando que las acciones correctivas funcionan y que hay efectividad en la implementación de las medidas.“Esperamos que el efecto adverso que tuvimos en el último año se vaya mitigando”, afirmó Villa.

Por su parte, el banquero Carlos Araúz también reconoció que la acción de FinCEN es positiva, pero comentó que, al final, cada banco tiene sus propios criterios para determinar el nivel de riesgo de los países y, por lo tanto, para algunas entidades a pesar de la salida de estas listas el país podría ser considerado de alto riesgo. Araúz hizo hincapié en que las relaciones de corresponsalía están cambiando. “Si no les hace sentido desde el punto de vista de rentabilidad, incluso un banco que cumpla con todo puede quedarse sin corresponsales”, apuntó. Por eso, vaticinó que en la industria es “inevitable” que se produzca un proceso de fusiones y adquisiciones.

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