Las autoridades colombianas basaron su apelación al fallo favorable a Panamá de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en que el sobrearancel impuesto “lucha contra el lavado de activos y, en particular, contra el uso de las importaciones de prendas de vestir a precios artificialmente bajos para lavar activos”.
De acuerdo con la documentación de la disputa, la cual reposa en el sitio web de la OMC (www.wto.org), Colombia apeló el fallo el 22 de enero pasado, 5 días antes de que finalizara el plazo establecido de 60 días.
El 27 de noviembre de 2015, el Grupo Especial, conformado para atender a la solicitud de consultas hecha por Panamá el 18 de junio de 2013, resolvió que el sobrearancel que impuso Colombia en marzo de 2013 a la importación de textiles, prendas de vestir y calzado era “incompatible” con el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio de 1994 (GATT, por sus siglas en inglés).
Al defender la imposición del sobrearancel, Colombia adujo ante la OMC que las importaciones afectadas por el arancel compuesto constituyen “comercio ilícito”, al entender que estas se realizan a “precios artificialmente bajos”, con el objetivo de blanquear dinero.
La medida colombiana es un arancel del 10%, más un valor adicional estimado entre $1.75 y $5 por cada kilo de mercadería a textiles, confecciones y calzados provenientes del istmo.
La acción colombiana ha impactado directamente en las reexportaciones de la Zona Libre de Colón (ZLC).
La apelación indica, además, que el Grupo Especial “no evaluó debidamente las pruebas estadísticas presentadas por Colombia que demostraban la existencia de subvaloración y lavado de activos y, en consecuencia, actuó de manera incompatible”.
Diana Salazar, viceministra de negociaciones comerciales internacionales del Ministerio de Comercio e Industrias (MICI), señaló recientemente que confía en que Panamá ganará la disputa, una vez que se conozca la resolución del Órgano de Apelación de la OMC, que sería en abril próximo.