Una brutal sequía provocada por el fenómeno de El Niño cobró una inesperada víctima en esta época festiva de fin de año: los alumbrados navideños.
Hasta el momento el gobierno ha descartado un racionamiento de luz, pero algunos temen al "fantasma del apagón", un drástico programa de recorte de luz que afectó el país décadas atrás, en 1992 y 1993, y que causó grandes pérdidas económicas.
Este año 238 municipios del país, casi uno de cada cinco, sufrieron cortes de luz durante algunas horas del día.
El 70% de la producción energética es de origen hidráulico en Colombia, según el Ministerio de Minas, y la necesidad de ahorrar agua y energía es tan extrema que el presidente Juan Manuel Santos envió un mensaje por televisión al país alertando sobre la sequía.
El ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, a su vez, exhortó a la población a ahorrar agua con duchas "de 30 segundos nada más".
Las ligeras lluvias de los últimos días han dado algo de optimismo y los embalses alcanzaron un nivel de 66%, similar al de otros años.Sin embargo, expertos coinciden en que lo peor está por venir debido a que los efectos de El Niño se notarán más los próximos meses.
"Los problemas más graves de la sequía se sentirán entre enero y marzo", dijo a The Associated Press Omar Franco, Director del Instituto de Hidrología de Colombia.
También los dos principales ríos del país, Magdalena y Cauca, que proporcionan gran parte del agua del país, están más de un metro por debajo de su nivel normal, lo que incluso impide la navegabilidad en algunos tramos,.
Ante este panorama el gobierno dijo que no iluminará ninguno de sus edificios públicos y hasta los centros comerciales, forrados desde esta semana con árboles de Navidad, luces y rosetas de neón, aceptaron reducir las horas de alumbrado tras una carta enviada por Tomás González, Ministro de Minas y Energía.
"Las luces de navidad son algo típico en Bogotá, pero ahora se apagan antes y la zona queda más triste por la noche", dijo el vigilante Miguel Ángel Abril, de 29 años en Usaquén, una zona tradicional del norte de Bogotá frecuentada por turistas.
"Viene menos gente".Una de las grandes atracciones navideñas en Colombia son los alumbrados en la ciudad de Medellín y el espectacular despliegue a lo largo del río que atrae a más de 50 mil turistas diarios cada Navidad.
Esteban Duque, gerente de los alumbrados en Medellín, descartó prescindir de la iluminación pero aceptó reducir una hora el encendido, lo que supondrá un ahorro de 15% del consumo.
"Es más complejo quitar el alumbrado que dejarlo porque la iluminación genera unos 2 mil empleos entre familias que viven de lo que ingresan estos 45 días de temporada navideña", dijo a la AP.
El despliegue lumínico de Medellín, la segunda ciudad del país, incluye 32 millones de bombillas encendidas durante seis horas "equivalente a lo que consume diariamente el Valle de Aburrá (donde se asienta la ciudad), con unos cuatro millones de habitantes", agregó el funcionario.
El alumbrado navideño terminará el 13 de enero, una semana después de la marcha de los Reyes Magos, que marca oficiosamente el fin de la fiesta católica.Para el Ministro de Medio Ambiente, Gabriel Vallejo, en Colombia todavía no se ha captado la dimensión del problema y exigió más conciencia de la población.
"No habrá insuficiencia energética y, ahora bien, esas condiciones pueden cambiar en los próximos días o los próximos meses", observó.
El Niño es un fenómeno climatológico provocado por el calentamiento del agua en el Pacífico y causa alteraciones en las lluvias y aumenta la temperatura.
El Niño ha golpeado duramente la Costa Caribe, pero también el interior del país, en departamentos como el Tolima y Nariño, con graves consecuencias para la cría de ganado y también para las comunidades pobres donde aumentan las muertes por desnutrición infantil.
Con los niveles de los embalses bajos, el gobierno recientemente elevó las tarifas de electricidad para impulsar la producción de plantas de energía a base de combustibles y evitar apagones como los que estimularon pérdidas económicas en 1992 y 1993, la última vez que El Niño se hizo sentir con tanta intensidad.