Además de su rol histórico como sitio de paso de mercancías y personas, Panamá ofrece su servicio como punto de interconexión de los cables de fibra óptica que se utilizan para el transporte de paquetes de información para todo el mundo.
Estos cables submarinos de fibra óptica son autopistas de la información por donde pasan millones de megabits con voz y datos que viajan casi a la velocidad de la luz.
Estos cables permiten a millones de personas mantener sus comunicaciones a través de correos electrónicos, videos, chats, videoconferencias, transacciones de pago electrónico, comunicaciones estatales y financieras. Esta capacidad de los cables de fibra óptica, que posibilita una comunicación por internet más segura, clara y nítida, aumentó en los últimos 10 años con la instalación de dos cables adicionales a los cinco que existían en 2006.
Al Panamericano, Maya-1 y Arcos-1 (operados desde Panamá por Cable & Wireless) y el PAC (Pan American Crossing) y SAC (South America Cables), operados por Global Crossing, se sumaron el South America Pacific Link (SAPL), desarrollado por la empresa Alcatel-Lucent, y el Pacific Caribbean Cable System (PCCS), de un consorcio conformado por cinco compañías de telecomunicaciones, entre ellas C&W y Telefónica.
El PCCS tiene un cable submarino de 6 mil kilómetros de largo que conecta a siete países a través de Panamá, tiene capacidad de transmisión de hasta 80 terabits por segundo y une a Jacksonville, en Florida, Estados Unidos, con Manta, en Ecuador.
El SAPL, con una extensión de 14 mil 200 kilómetros y una capacidad de 10 terabits en cada uno de sus tres pares de fibra, enlaza a Oahu en Hawái, Balboa en Panamá y Santiago en Chile.
Esta presencia de cables convierte a Panamá en un hub de las telecomunicaciones, ya que es un centro de convergencia de toda la información que va y viene para diferentes países. Algunos especialistas aseguran que este hub de telecomunicaciones dará paso a un hub digital o a un hub de innovación de las Américas.
Los siete cables de fibras ópticas submarinos que convergen en el país se interconectan con la región mediante el proyecto de Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (Siepac) y con la red troncal de fibra óptica centroamericana conocida como RedCA o Red Centroamericana de Telecomunicaciones.
PUNTO DE INTERCAMBIO
Panamá es el punto más conveniente para un intercambio de tráfico de internet, cuya función sería interconectar el tráfico interregional de Centro América y el Caribe con las regiones norte y sur, dijo Pablo Ruidíaz, director de Internet, Inclusión y Movilidad de la Autoridad Nacional para la Innovación Gubernamental (AIG).
“Al igual que el Canal y su hub logístico, Panamá cuenta con unas condiciones excepcionales para explotar un hub de telecomunicaciones, que mueva el tráfico internacional de comunicaciones de forma segura y rápida”, afirmó Ruidíaz.
Además, señaló que el país esta en un área de baja incidencia de huracanes y cuenta con múltiples centros integrados de datos que proveen alojamiento, contingencia y programas que garantizan la continuidad del negocio a numerosos bancos y empresas multinacionales en la región.
Pero no solo estos cables le dan una ventaja a Panamá, sino que en el territorio también operan cuatro empresas de telefonía móvil, que lo convierten en uno de los países de la región con la mayor penetración en servicios móviles, aseguró, por su parte, Alkín Saucedo, subdirector de Radio y Televisión de la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP).
Esto ha permitido que haya más competencia entre servicios, que en el mercado existan ofertas de telecomunicaciones con la última tecnología, con fácil acceso y a precios razonables para los usuarios, añadió el funcionario.
UN SECTOR EN EXPANSIÓN
Respecto a las inversiones en el sector, Saucedo reconoce que en los últimos años los operadores de los servicios de telecomunicaciones móviles han efectuado inversiones multimillonarias para brindar sus servicios a través de la tecnología Long Term Evolution, mejor conocida como LTE. Asimismo, los proveedores locales de internet han invertido en el mejoramiento de sus redes, señaló el directivo de la ASEP.
El desarrollo de las telecomunicaciones atrae mayor inversión para brindar múltiples servicios, como logísticos y financieros, así como también para facilitar las iniciativas de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), que contribuye al desarrollo del país.
Con base en estos beneficios, Saucedo resaltó que en 2015, el sector de las telecomunicaciones representó el 3.5% del producto interno bruto global y 22.8% del grupo económico en el que está incluido (transporte, almacenamiento y comunicaciones).
Del mismo modo, señala que la industria de telecomunicaciones ha facturado, sostenidamente durante los últimos cinco años, un promedio de $1,000 millones anuales. En 2015, la industria de las telecomunicaciones mantenía contratadas, de manera directa, a 5 mil 542 personas.
Para Íbero Fernández, director de Cooperación Internacional y Centro de Excelencia de la AIG, la masa trabajadora que genera el área de las telecomunicaciones en el país podría rondar las 25 mil plazas entre directas e indirectas.
“Es sabido que el sector de telecomunicaciones es uno de los más dinámicos, por lo que no debe existir un relajamiento en la capacitación del recurso humano en este tema”, añadió Saucedo.
Mientras que Fernández recordó que Panamá figura como el país con mayor competitividad logística de América Latina y está entre el 25% de los países con más alta calificación a nivel mundial, según un ranking del Banco Mundial.
“Nuestro modelo de economía de servicio debe seguir apostando a explotar nuestras ventajas competitivas en el sector logístico, además de seguir en el camino para consolidarnos como hub tecnológico de la región”, afirmó Fernández.
Así como se intenta añadir valor a la mercancía que transita en los barcos por el Canal, la red de cables submarinos de fibra óptica se puede aprovechar para atraer a más empresas y centros de hospedaje de información.
El efecto multiplicador en el país
OPINIÓN. En Panamá estamos activamente desarrollando el hub de telecomunicaciones con el apoyo de los sectores público, privado y de educación.
Las mayores inversiones se destinan a nuevos centros de datos, aumento de ancho de banda y de conectividad en el país, pero más en educación, que es crucial para el desarrollo tecnológico. Trabajamos en un observatorio tecnológico para el país y también queremos que se implemente un Instituto de Investigaciones Avanzadas en Tecnología.
Un hub de telecomunicaciones tiene un efecto multiplicador, porque mejora la calidad laboral, crea mejores opciones para empleos de alta tecnología, mejor conectividad para los usuarios, y un mayor renombre del país como destino para inversiones de alta tecnología.
Panamá tiene personal de muy alta capacidad en esta área especializada, pero el problema que vemos es una falta de la cantidad necesaria de personal.
* Eli Faskha/ El autor es presidente de Capatec