Panamá, territorio de Odebrecht



La victoria en la licitación de la segunda línea del Metro engordará la cartera de proyectos de la constructora brasileña Norberto Odebrecht en Panamá.

La empresa, que se afianza como el primer contratista del Gobierno, inició su relación con el Estado en la administración de Martín Torrijos, con proyectos como el sistema de riego Remigio Rojas y la primera fase de la cinta costera.

Su cartera se multiplicó durante la gestión de Ricardo Martinelli, con la primera línea del Metro, el reordenamiento vial y la ampliación del Aeropuerto Internacional de Tocumen, entre otros. Y su suerte no ha cambiado con la jefatura liderada por Juan Carlos Varela.

Con la propuesta presentada ayer, de $1,857 millones, la participación de Odebrecht en proyectos estatales —sola o en asociación con otras empresas— habrá superado los $8 mil 500 millones cuando se adjudique formalmente el contrato.

También eleva su cartera de proyectos en Panamá la española FCC, que participó en la línea 1 del Metro, en la ampliación del Canal y en varios hospitales, entre ellos la Ciudad Hospitalaria, obra cuya calidad ha sido puesta en duda por la utilización de gypsum en las paredes interiores de los edificios.

La licitación

Aunque el acto convocado ayer por el Metro de Panamá se prolongó varias horas, la incertidumbre se disipó temprano. Luego de conocer el precio que la entidad estatal asignaba al proyecto ($1,818 millones) se anunciaron las calificaciones de las propuestas técnicas.

El Consorcio Línea 2, integrado por Odebrecht y FCC Construcción, obtenía la mayor puntuación (396 puntos de 510 posibles). A cierta distancia quedaron los otros dos contrincantes: el consorcio UTE Panamá II, formado por la española Dragados, la mexicana ICA y la peruana Graña y Montero, obtuvo 317 puntos; y el Consorcio Panametro, compuesto por China Harbour Engineering Company, China Railway First Group y la española Corsán-Corviam, recibió 311 puntos.

En ese momento, la sensación generalizada en la sala era que el contrato se iría para el Consorcio Línea 2. Representantes de los otros candidatos ya admitían en privado la dificultad de recuperar terreno con las propuestas económicas, máxime cuando una comisión anunció que las tres ofertas cumplían el requisito de riesgo, es decir, que estaban dentro del rango del 20% en relación con el precio oficial. Por tanto, no habría descalificados. Lo que restaba era lo que en la jerga deportiva se conoce como los minutos de la basura.

La apertura de las propuestas económicas confirmó esas sensaciones. Consorcio Línea 2 ofertó $1,857 millones, apenas $39 millones por encima del precio oficial; UTE Panamá II presentó una propuesta de $2,076 millones; y el consorcio Panametro ofreció hacer el proyecto por $1,667 millones.

Aunque la propuesta presentada por este grupo fue significativamente inferior al del Consorcio Línea 2, en la calificación económica hubo prácticamente un empate entre las dos candidaturas, ya que para hacer este cálculo se tomó como referencia el promedio entre los cuatro precios (los tres de los proponentes y el oficial), en lugar de utilizar solamente el precio oficial, como sucedió en la licitación de la línea 1.

Roberto Roy, director general de Metro de Panamá, reconoció que esta fórmula penaliza a quienes hacen las propuestas más baja y más alta, pero también dijo que utilizando el cálculo anterior el resultado de la licitación habría sido el mismo. “Esto confirma que la fórmula era la correcta... Estábamos tratando de evitar los precios a la baja, ya que luego vienen peticiones de adendas y de extras”.

Sobre la cercanía del precio propuesto por el consorcio ganador y el estimado por el Metro de Panamá, dijo que “me parece que hicieron un muy buen trabajo sobre el precio, porque nosotros hicimos un trabajo bien duro para llegar al menor precio posible dentro de lo que se considera una ejecución sin problemas. Los tres consorcios estuvieron en general bastante cerca y fueron competitivos”.

Costos adicionales

Los $1,857 millones planteados por el Consorcio Línea 2 incluyen los estudios y la ejecución del proyecto. No obstante, el precio del contrato podría aumentar si el Metro de Panamá le asigna también a la empresa el financiamiento de la obra y el mantenimiento posterior de la misma. Según la propuesta del consorcio ganador, la financiación le supondría al Estado otros $213.7 millones y el mantenimiento, $50.7 millones.

El pliego de condiciones establecía que este contrato llave en mano se pagaría en un plazo de ocho años, entre 2015 y 2022. En última instancia corresponde a Metro de Panamá y al Ministerio de Economía y Finanzas decidir si se contrata la opción presentada por el contratista o se busca financiamiento por otra vía. 

Las empresas tendrán tres días para presentar observaciones al informe de la comisión evaluadora. Superada esa fase, se podrá adjudicar el contrato.

El Ejecutivo espera entregar la orden de proceder en dos meses, y a partir de ese momento el consorcio tendrá un plazo de cuatro años para ejecutar la obra. La segunda línea del Metro de Panamá tendrá 21 kilómetros, 16 estaciones y será completamente aérea. Partirá de San Miguelito, donde se conectará con la línea 1, y llegará hasta 24 de Diciembre, aunque ya se prevé una futura ampliación hasta Felipillo.

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