Producto Interno Bruto alto, pero bajo progreso social

Panamá lideró el crecimiento económico de América Latina y el Caribe en los últimos años, sin embargo, ocupa la quinta posición en el Índice de Progreso Social 2016 a nivel regional y la número 41 en el mundo.

Chile, la vecina Costa Rica, Uruguay y Argentina superan a Panamá en esta clasificación, que va más allá del mero crecimiento económico del país.

El año pasado, el producto interno bruto (PIB), la suma de los productos y servicios vendidos en Panamá, ascendió 5.8%. En los años precedentes las tasas fueron incluso mayores, llegando a dos dígitos (11.8%) entre 2010 y 2011. Por otra parte, es difícil ver una proyección de crecimiento para los próximos años que no esté encabezada por Panamá.

El ranking global, que evaluó a 161 países, lo encabezan Finlandia, Canadá y Dinamarca, mientras que en las últimas posiciones aparecen Turkmenistán, Vietnam y Zambia.

El Índice de Progreso Social incluye 52 indicadores para evaluar cómo los países se desempeñan en tres grandes áreas: las necesidades básicas de la población, los fundamentos del bienestar de los ciudadanos y las oportunidades para progresar.

RESOLVER NECESIDADES BÁSICAS, RETO PARA PANAMÁ

Panamá ocupó la posición 41 en el Índice de Progreso Social 2016, una clasificación que pretende ser un complemento de los datos de crecimiento económico para valorar el progreso real de los países.

El estudio, que considera a 161 países, es elaborado por la organización sin fines de lucro Social Progress Imperative, cuyo representante en México, Centroamérica y Ecuador es el Centro Latinoamericano para la Competitividad y Desarrollo Sostenible (Clacds) de la escuela de negocios Incae Business School de Costa Rica.

Su filosofía se fundamenta en que el crecimiento del producto interno bruto (PIB), indicador normalmente utilizado para medir la evolución de los países, no ofrece un dibujo completo sobre la calidad de vida de las personas y sus oportunidades de mejora.

“No debemos perder de vista que el crecimiento económico no es suficiente. Puede haber crecimiento, pero no se satisfacen necesidades básicas, hay intolerancia, entre otros. El PIB no mide el esfuerzo de los voluntarios, la felicidad, el bienestar, y por eso necesitamos tener nuevas medidas para el siglo XXI”, explicó en un comunicado Víctor Umaña, director del Clacds.

El Índice de Progreso Social incluye 52 indicadores para evaluar tres dimensiones: Necesidades básicas, que agrupa nutrición y asistencia médica, agua y saneamiento, vivienda y seguridad personal; fundamentos del bienestar, que incluye acceso a conocimientos básicos, acceso a información y comunicaciones, salud y bienestar, y calidad medioambiental; y la dimensión de las oportunidades, que engloba derechos personales, libertad personal y de elección, tolerancia e inclusión y acceso a educación superior.

Panamá obtiene su peor resultado relativo en las necesidades básicas, aspecto en el que ocupa el puesto 62. Agua y saneamiento (64) y nutrición y cuidado médico básico (77) lastran la posición de Panamá.

En la dimensión de oportunidades, ocupa la posición 41. En este grupo, la peor clasificación del país es en acceso a educación avanzada (71) y la mejor la recibe tolerancia e inclusión (31).

Por último, la mejor posición relativa para Panamá está en fundamentos del bienestar (36). En este campo representan una fortaleza relativa respecto a países con un PIB per capita similar la expectativa de vida y la cantidad de muertes prematuras, además de los niveles de contaminación exterior. 

Por el contrario, suponen una desventaja la inscripción en escuela secundaria, los usuarios de internet y la tasa de obesidad.

En la edición de 2015 del Índice de Progreso Social, Panamá ocupó también la posición 41, pero el mismo estudio advierte de que no se puede comparar un año con otro, porque efectuaron cambios en la metodología.

Panamá, que ha liderado el PIB regional en los últimos años, ha conseguido reducir el nivel de pobreza. El ministro de Economía y Finanzas, Dulcidio De La Guardia, dijo en una entrevista reciente que entre 2014 y 2015 hubo una disminución en los niveles de pobreza general del 25% al 22% en un solo año, lo que significa que 90 mil panameños abandonaron esta condición.

Por otra parte, indicadores que miden la desigualdad —como el índice Gini— mostraron una rebaja. El ministro dijo que “estamos en el camino a ser un país menos desigual y hay que seguir en esa senda”.