Revisan cesión de anfiteatro



Luego de 11 meses de paralización de la construcción del nuevo centro de convenciones de Amador, crece la posibilidad de que la obra de 193.7 millones de dólares llegue a puerto seguro.

La Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) y la Contraloría General de la República revisan la cesión del contrato entre el contratista HPC-Contrata-P&V y un nuevo consorcio que continuaría con el proyecto, que tiene un avance de 26%.

El grupo interesado está formado por una empresa de capital chino y otra panameña, pero sus nombres se mantienen en reserva hasta que el Estado tome una decisión.

Para que el Estado apruebe la cesión, el nuevo contratista debe continuar con la obra sin aumentar el costo del proyecto, además de aceptar los cambios en el diseño que ha realizado la actual administración.

Para mejorar la funcionalidad del complejo, que está integrado por cuatro edificios que combinados suman más de 47 mil metros cuadrados, se hicieron cambios en el diseño para reducir el mantenimiento y en la distribución de los estacionamientos.

El 15 de diciembre de 2014, HPC-Contrata-P&V, integrado por HPC (Panamá), Soluciones Arquitectónicas (Costa Rica), P&V (Panamá), Heliopol (España) y Quality Construction (Puerto Rico) paralizó la obra aludiendo problemas financieros que le impidieron continuar con el proyecto, que fue licitado bajo el concepto de “llave en mano”, donde el Estado paga al momento de recibir la obra.

La sociedad Constructora P&V, S.A. forma parte del consorcio HPC-Contratas-P&V. Y en la lista de sus dignatarios figuran Ricardo Ricky Calvo Latorraca, Mauricio Ortiz Quesada y Claudio Poma Murialdo.

Estos comerciantes fueron citados en una lista de empresarios a indagar por la Fiscalía Especializada contra la Delincuencia Organizada por la presunta comisión del delito de blanqueo de capitales, todos relacionados con el proceso penal que inició la Asamblea Nacional contra el hoy exmagistrado condenado a prisión Alejandro Moncada Luna.

Gustavo Him, administrador de la ATP, señaló que el proceso comenzó a avanzar luego de que la Caja de Ahorros levantara el embargo que mantenía sobre los activos de HPC-Contrata-P&V.

El banco estatal le aprobó durante la administración pasada un préstamo de 30 millones de dólares a la compañía, financiamiento que entró en mora debido a la falta de liquidez de la empresa.

Him señaló que el contratista (HPC-Contrata-P&V) abonó el 99% del préstamo y entregó las garantías suficientes para cancelar el resto de la deuda.

“No podíamos continuar con la negociación si la empresa estaba embargada, además, debíamos velar por los intereses del banco estatal”, comentó.

Al ser consultados sobre el embargo, voceros de la banca estatal indicaron que “al igual que con cualquier otro caso de créditos del banco, el secreto bancario nos impide revelar información sobre los mismos. Lo importante, es que los casos están en manos de las autoridades competentes, quienes determinarán las responsabilidades que correspondan. La Caja de Ahorros cooperará en cualquier investigación que adelante el Ministerio Público o la Contraloría General de la República para tal fin”.

Producto del retraso del proyecto, que debió estar terminado a finales de 2014, la economía panameña ha dejado de percibir entre 200 millones y 300 millones de dólares al no tener la infraestructura para albergar grandes convenciones.

Para 2016, se han cerrado más de 160 convenciones, pero la cifra podría superar las 300, señaló Him.

Inicialmente, se había indicado que la compañía brasileña Norberto Odebrecht y la mexicana ICA, que fueron derrotadas por HPC-Contrata-P&V, habían manifestado su deseo de seguir con la construcción, pero sus propuestas no fueron tomadas en cuenta, ya que representaba aumentar el costo del nuevo anfiteatro.

En el caso de Odebrecht, la brasileña habría propuesto 122 millones de dólares por encima del monto pactado; mientras que ICA, unos 66 millones de dólares por arriba de lo estipulado en el contrato.

Esto implicaba que en manos de Odebrecht el nuevo anfiteatro terminaría costando 315 millones de dólares, y con la empresa mexicana unos 259 millones de dólares.

LAS MÁS LEÍDAS