La matriz de la constructora Norberto Odebrecht sufrió un nuevo revés, tras la rebaja de calificación de riesgo por parte de la agencia Standard & Poor’s (S&P).
La nota asignada (BB) refleja la visión de la calificadora sobre las crecientes limitaciones financieras a medida que progresan las investigaciones de corrupción sobre la compañía.
La calificación de riesgo mide la capacidad de un emisor de deuda de cumplir con sus compromisos a futuro, por lo que con esta rebaja S&P considera que Odebrecht está en peor posición para hacer frente a sus deudas que hace un año.
CONDICIONES
La agencia de calificación de riesgo Standard & Poor’s (S&P) rebajó de BB+ a BB con perspectiva negativa la nota de riesgo de Odebrecht Engenharia e Construcao, la división del grupo brasileño que engloba las actividades de construcción dentro y fuera de Brasil.
La agencia considera que las condiciones de negocios para la compañía se han deteriorado debido a mayores riesgos reputacionales. “Como resultado, se percibe una menor flexibilidad financiera de la empresa para hacer frente a las contingencias derivadas de las investigaciones en curso de corrupción”.
Odebrecht es la empresa de construcción más grande de América Latina y principal contratista de Panamá, donde participa sola o en consorcio en proyectos que superan los $9 mil millones, entre ellos algunos en ejecución, como la segunda línea del Metro de Panamá, la ampliación del aeropuerto y la renovación urbana de Colón.
El conglomerado es objeto de una investigación en Brasil en el marco de la operación Lava Jato. La empresa habría sido parte de un esquema de corrupción alrededor de contratos de la petrolera estatal Petrobras. Por este caso, el expresidente de la compañía, Marcelo Odebrecht, fue condenado a 19 años de prisión.
En una fase más reciente de la investigación, los fiscales habrían detectado todo un departamento en la compañía que estaría dedicado a manejar el pago de coimas a políticos.
Los fiscales están solicitando una multa de $2 mil millones a Petrobras y a Odebrecht, además de la inhabilitación para contratar a cualquier empresa del grupo de construcción.
S&P señala en su reporte del 29 de marzo que la rebaja de la calificación refleja la visión de las crecientes limitaciones financieras de Odebrecht a medida que progresan las investigaciones sobre la compañía. Aunque la compañía está cooperando con las autoridades, “el monto de multas y penalizaciones es incierto”.
Desde que la empresa fue involucrada en un escándalo de corrupción que amenaza con arrastrar a las más altas esferas de la clase política brasileña y que tiene ramificaciones internacionales, la capacidad de crédito de la compañía se ha deteriorado.
Antes de la detención de Marcelo Odebrecht, hecho que sucedió en junio de 2015, la compañía era calificada con grado de inversión (BBB) por la propia Standard & Poor’s. Luego del ingreso de Odebrecht en prisión la agencia rebajó un escalón la nota de crédito de la constructora a BBB-.
En septiembre, siguiendo los pasos de la calificación soberana de Brasil, Odebrecht y otras 30 empresas sufrieron rebajas en su calificación. La empresa perdía el grado de inversión. Caía a lo que se conoce como grado especulativo, es decir, que las agencias advierten un mayor riesgo de impago de sus deudas. En esta nueva revisión, cae otro peldaño de BB+ a BB.
La calificación de riesgo mide la capacidad de un emisor de deuda (ya sea un país o una empresa) de cumplir con sus compromisos a futuro. Lo que están diciendo los movimientos de S&P y el resto de calificadoras es que Odebrecht está en peor posición para hacer frente a sus deudas que hace un año.
Por su parte, la agencia Moody’s anunció recientemente que inició un nuevo proceso de revisión de la calificación de la compañía en el que verificará la habilidad de la empresa en sostener sus negocios y continuar con la operación, y considerará si Odebrecht tiene suficiente liquidez para cubrir la mayor parte de los próximos vencimientos de deuda.
Mientras, la cotización de los bonos emitidos por Odebrecht Finance Limited, la división del grupo encargada de emitir deuda, ha caído drásticamente en el último año.
Esto tiene como consecuencia que la capacidad de la empresa de conseguir nuevos financiamientos se hace cada vez más difícil porque los inversores piden mayores rendimientos al asociar ese papel a un riesgo más alto.
Consultada anteriormente por este asunto, la empresa contestó que “la deuda garantizada por la compañía es de largo plazo, de bajo costo y con los primeros vencimientos únicamente en 2025. No existe ninguna necesidad en el corto plazo de salir al mercado para nuevas deudas”.