A más de un contribuyente le ha llegado en estos días una carta de la Dirección General de Ingresos (DGI). De acuerdo con la entidad, las misivas personalizadas son remitidas por inconsistencias detectadas en sus informes y declaraciones juradas.
Según explicó la institución, estas cartas ofrecen la oportunidad de corregir posibles omisiones o inexactitudes antes de que el caso avance a una etapa formal de revisión.
Las inconsistencias pueden surgir cuando una empresa reporta un gasto que otro contribuyente no registra como ingreso. La información que maneja la DGI se cruza automáticamente y, cuando algo no cuadra, saltan las alarmas.
La insistencia de la entidad tendría como objetivo que los contribuyentes, naturales o jurídicos, ajusten el pago de sus impuestos a los ingresos reales que la administración tributaria estaría observando y que no habrían sido reportados.
Dicho llamado de atención estaría relacionado con la necesidad de aumentar la recaudación. En el primer semestre de este año, los ingresos corrientes del Estado sumaron $4,020 millones, una cifra superior a la de los años anteriores, pero aún por debajo de la meta presupuestaria de $4,251 millones.
En el caso de los ingresos tributarios —que dependen directamente de la DGI—, se recaudaron $3,255 millones frente a una meta de $3,534 millones.
Según la entidad, Panamá es uno de los países con el más bajo porcentaje de recaudación de impuestos en comparación con el tamaño de su economía.
Apenas se recauda el 7% del producto interno bruto, frente al promedio regional de 14%, e incluso de países que alcanzan hasta 16%.


