La extrema sequía que azota a la región del arco seco obligó a las autoridades agropecuarias a elaborar un plan de contingencia para la provincia de Los Santos y trabaja en los estudios para extenderlo a Herrera, Coclé y Veraguas.
El fenómeno de El Niño ha provocado en Los Santos la muerte de más de mil reses en los primeros ocho meses del año, el 95% de las quebradas está seco, algunos ríos están sin caudal y otros tienen menos de 30% de agua.
Para mitigar los efectos de la sequía en Los Santos el Gobierno elaboró un plan de contingencia a un costo de $5.1 millones.
“El dinero proviene de un traslado de partida que deberá ser aprobado hoy en el Consejo Económico Nacional”, manifestó Jorge Arango, ministro de Desarrollo Agropecuario.
El plan sequía, que se tiene programado empiece la próxima semana, se enfocará en tres componentes: suplementación alimenticia, salud animal e infraestructuras.
Para la compra de medicamentos y vitaminas se tiene programado gastar 867 mil 800 dólares y se beneficiaría a 7 mil 279 productores. Se comprarán 40 mil frascos de vitaminas, igual cantidad de antibióticos y 20 mil frascos de reconstituyente. Se entregarán 15 mil bolsas de macrosilo y 20 mil pacas para alimentación animal.
También se programa la perforación de 150 pozos, 555 abrevaderos y 278 reservorios.
Los sitios donde se harán estas perforaciones se establecerán según los estudios hechos por técnicos y especialistas del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida).
“En años anteriores se llegaron a abrir mil pozos a solicitud de algunos productores y al final no eran funcionales”, denunció Arango.
El fenómeno de El Niño provoca sequías en la zona del Pacífico y un exceso de lluvias en la vertiente del Caribe. Ataca al calentarse las aguas del océano Pacífico tropical, y con su presencia se afectan cultivos agrícolas, la ganadería y la pesca.
Además, aumenta las probabilidades de incendios forestales.
La última vez que El Niño se hizo sentir en Panamá fue en 2009. Su paso arrojó pérdidas para el sector agropecuario que oscilaron entre los 7 millones de dólares y 8 millones de dólares.
En esta ocasión las pérdidas, solo en muerte de reses en Los Santos se calculan en 600 mil dólares.
El costo de una res en promedio varía entre 600 dólares y 650 dólares, dependiendo del peso y la edad del bovino.
“Los animales están desnutridos y enfermos. Y los pocos que logran sobrevivir son vendidos por los ganaderos ante el temor de que mueran de hambre”, dijo Arango.
La producción ganadera ha disminuido por la venta de vientres o animales para la reproducción en subastas y en los mataderos.
En 1983 el fenómeno de El Niño provocó la muerte de más de 24 mil reses en la provincia de Los Santos, pero las pérdidas económicas fueron menores que las registradas en esta ocasión.
“Aunque muchos productores se prepararon un poco mejor para enfrentar la sequía, el costo de cría se incrementó”, manifestó el ministro del Mida.
La extrema sequía derrumbó las proyecciones de las autoridades agropecuarias de aumentar el hato ganadero en el país.
“En los campos panameños pastan cerca de 1.7 millón de reses, pero con los pronósticos de que El Niño se extenderá hasta junio de 2016 solo quedan grandes incertidumbres”, dijo el funcionario.