“El traje es la armadura del hombre moderno”, fue la frase con la que el elegante personaje de ficción Harry Hart resumió a su insumiso aprendiz, una de las complacencias del buen vestir.
La expresión, que pertenece a una escena de la película inglesa Kingsman: Servicio secreto, estrenada a principios de este año, se ha hecho eco en el campo de la moda, en donde los hombres parecen destacar como los nuevos grandes consumidores.
La moda masculina se ha convertido en un “apetitoso nicho de mercado por explorar”, así lo asegura la revista GQ, que en su pasada edición de enero afirma que la moda para caballeros, o llamada menswear, se encuentra en un momento cúspide al contar con firmas femeninas interesadas en ofrecer ajuares varoniles.
La iniciativa es respuesta, quizás, al incremento registrado en 2014 en las ventas de ropa, calzado y accesorios masculinos, que de acuerdo con la firma británica de análisis de mercado y competitividad, Euromonitor International creció un 4.5% en el ámbito global.
Se espera que con esta tendencia la moda para caballeros aporte unos 440 mil millones de dólares a la economía internacional, prevé la empresa.
La tendencia también trasciende en Panamá, en donde es visible un mayor consumismo en el público varonil.
De acuerdo con la economista y asesora de moda internacional María Sofía Velásquez, el hombre de hoy es más atento en su aspecto, en comparación con años anteriores.
Con ella coincide el bloguero Andrés Corella, autor del sitio The Black Label, quien opina que el hombre contemporáneo se instruye más y rompe con la rigidez de los estilos utilizados en antaño.
LOS CABALLEROS SON LA NUEVA INSPIRACIÓN
En su cuenta de Twitter, la jefa de investigación de ropa y calzado de Euromonitor International, Magdalena Kondej, afirma que las marcas de moda masculinas “han puesto sus corazones en una nueva musa varonil”.
La economista y asesora de moda internacional, María Sofía Velásquez, opina que dentro del menswear, son quizás los jóvenes profesionales y la llamada generación milenio quienes más destacan hoy en el consumo de moda.
En tanto, Andrés Corella, autor del blog The Black Label, opina que dentro del menswear, adolescentes y adultos tienen una inversión “bastante ecuánime”, pues las ofertas actualmente se presentan de forma equitativa para diferentes consumidores.
Un artículo publicado en The Wall Street Journal revela que la boga de hoy apuesta por un nuevo prototipo: Aquel que emula “el estilo sesentero del actor Michael Caine o del músico roquero Keith Richards”, reza el escrito en mención a un cúmulo de piezas que puede satisfacer las necesidades, casuales, formarles y atléticas de los caballeros del siglo XXI.
PIEZAS Y ESTILOS
Las tendencias de hoy, etiquetadas como hipster, muppie y normcore, a saber, también se acogen a las nuevas propensiones menswear, de la mano de firmas renombradas y nuevas marcas.
Según Velásquez, las piezas de corte y estructura fit (ajustado a la medida), sobresalen como las más solicitadas.
“En la pasada Cumbre de las Américas, algunos trajes de los líderes eran ‘punto de arte’, perfectos”, describe la especialista, quien asegura que el estilo brinda al portador modernismo, frescura y agilidad.
Corella y Velásquez explican que marca y funcionalidad caminan de la mano en este campo.
“Si la marca busca crecer, debe ser funcional”, dice Velásquez, quien agrega que el consumidor actual busca una combinación de ambas características.
Corella explica que aunque la ropa varonil en principio siempre ha sido bastante funcional, es innegable el sentido de exclusividad que aporta una marca en el panorama de la moda.
En ese sentido, los jeans destacan como la pieza que nunca pasa de moda entre los hombres. “Entre los humanos”, recalca Velásquez, quien explica que sus múltiples actualizaciones hacen de ella un ejemplar de rigor en el guardarropas.
El estudio publicado por Euromonitor International, también toma en consideración otros complementos como las camisetas, chaquetas, abrigos y calzados casuales, como parte del look viril “estrella”.
También mide otros valores como el arreglo personal y el uso de productos de higiene y belleza por país.
Para la firma, la moda masculina es un sector en crecimiento, aunque su mayor apuesta es en los mercados de Asia y el Pacífico Sur, en donde las etiquetas de moda comienzan a captar adeptos.