El exministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino, reniega sobre Agafia Corp., la sociedad panameña que recibiría la presunta coima de parte de las tres filiales del consorcio italiano Finmeccanica, proveedoras de los equipos de seguridad adquiridos por el gobierno de Ricardo Martinelli (2009-2014) por $250 millones.
En una entrevista en TVN Noticias, el exfuncionario se dedicó a culpar al presidente de la República, Juan Carlos Varela, y descalificar al embajador de Panamá en Italia, Fernando Berguido. De Agafia, dijo no saber nada.
No obstante, los contratos para comprar los equipos italianos fueron firmados por él e implementados hasta su último día como ministro de Seguridad Pública, el 30 de junio de 2014.
“A mí me autorizaron a firmar y firmé. Además, fueron contratos auditados por Contraloría de oficio”, dijo Mulino en el noticiero. Agregó que en determinado momento, hasta tuvo autoridad para romper relaciones diplomáticas con Italia, si las respuestas del consorcio no le satisfacían.
“Yo firmo tres días después de ser autorizado por Gabinete. ¿Qué querían que esperara? Tenía una estrategia de seguridad que cumplir”, indicó.
Sobre Agafia, se negó a responder con el argumento que “no es materia de contratación del Estado… No me pregunte lo que no sé”.
Según las investigaciones de los fiscales italianos, Agafia recibiría el 10% (es decir, $25 millones) del monto total de los contratos celebrados entre Panamá y las tres subsidiarias de Finmeccanica: Selex, Agusta y Telespazio Argentina, proveedoras de los 19 radares, seis helicópteros y un mapa cartográfico digital, respectivamente. Cada una de ellas pactó un “acuerdo de consultoría” con Agafia, entre el 23 y el 27 de julio de 2010, antes de que el Consejo de Gabinete aprobara las contrataciones, el 3 de agosto de ese mismo año.
Los beneficiarios de los pagos que recibiría Agafia serían Martinelli y sus allegados, según las pruebas recopiladas por los investigadores en Roma y Nápoles, entre las que está la transcripción de una intercepción telefónica a Valter Lavítola, figura “instrumental” en toda la trama, actualmente encarcelado en Italia. De hecho, su pareja aparece como presidente de Agafia, razones que hacen pensar que se trataba de una empresa “pantalla” para esconder coimas.
“Si hubo algo de eso, es un tema entre italianos. No tiene que ver con Panamá”, respondió Mulino. Luego dirige el dardo hacia Varela, que fue canciller los primeros 26 meses del gobierno de Martinelli.
“Si eso fue así, el capitán del equipo se llama Juan Carlos Varela, que era el canciller”, agregó.
No obstante, hace cuatro años –el 14 de septiembre de 2011-, en una comparecencia ante el pleno legislativo, Mulino dijo ser “el único responsable de la seguridad por mandato de la ley” y que la Cancillería “vivía entrometida” en los temas de seguridad internacional. Dijo que el acuerdo que llevó Varela al Gabinete era “una barbaridad jurídica”, y por eso él se encargó de ejecutar los contratos. De hecho, es su firma la que aparece en ellos.
Al respecto, el diputado panameñista Jorge Alberto Rosas incluso recordó que el contrato con Selex –cuya suspensión inmediata fue ordenada por la Sala Tercera de la Corte Suprema- incluye una cláusula en la que se habla de comisiones, pero no se especifica a quién y Mulino no profundizó sobre ese aspecto.