Durante décadas, la opacidad con la que las Bahamas manejó su sistema financiero fue, precisamente, el atractivo principal para establecer una compañía en esta isla caribeña.
No solo había que estar en la isla para consultar su registro de sociedades, sino que había que pagar, además de que la información muchas veces estaba incompleta. Era muy difícil rastrear compañías.
Hasta ahora. Una nueva filtración obtenida por el diario alemán Süddeutsche Zeitung y desarrollada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) ha asestado un golpe al secretismo del offshore al revelar la información de más de 175 mil entidades registradas en Bahamas.
.@SZ_Investigativ enthüllt: #BahamasLeaks - Reiche und Politiker nutzen die Bahamas als Steueroase https://t.co/q1jNztFVJV
Entre los nuevos datos, por ejemplo, aparece el caso de la política holandesa Neelie Kroes, quien entre 2004 y 2009 fue comisaria de Competencia en la Comisión Europea, una entidad de la Unión Europea que se encarga de proponer la legislación, la aplicación de las decisiones, la defensa de los tratados de la Unión, entre otras tareas.
En su gestión, Kroes se encargó de advertir a las grandes empresas europeas que no podían escapar de las regulaciones continentales.
Sin embargo, la holandesa nunca declaró ser directiva en una sociedad en Bahamas con nexos a empresarios del medio oriente que se dedicaban a la compra y venta de armas.
La información sobre las sociedades de las Bahamas estarán disponibles al público, quien podrá realizar búsquedas que combinen esta última filtración con los datos de Mossack Fonseca y otras bases de datos del mundo offshore que posee ICIJ.
Entre otras cosas, estos nuevos datos revelan conexiones entre políticos de todos los continentes y sociedades en Bahamas. Aparecen también los nombres de 539 agentes registrados. Uno de ellos es Mossack Fonseca, que administra alrededor de 16 mil entidades en esta isla, convirtiéndola en su tercera jurisdicción más importante.
Esta nueva información da cuenta de las actividades financieras secretas de primeros ministros, príncipes, reyes, jeques, y hasta de criminales convictos.
Por ejemplo, el hijo del dictador chileno Augusto Pinochet utilizó una sociedad en Bahamas para mover $.13 millones. Abba Abacha, hijo del presidente nigeriano Sani Abacha, tenía cuentas por $350 millones en Luxemburgo y Bahamas. La isla caribeña también ha servido como escondite a fortunas de políticos de Grecia, Ucrania, Trinidad y Tobago. Incluso del dictador iraquí Saddam Hussein.
El secretismo financiero de Bahamas no ha pasado desapercibido. El gobierno federal de Estados Unidos intentó en varias oportunidades demostrar que sus ciudadanos ocultaban fortunas en esta jurisdicción. La mayoría de sus investigaciones fueron desestimadas por obtención ilegal de pruebas.
En 2000, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) introdujo a Bahamas en una lista negra de los países que promovían la evasión de impuestos. Un año después, una vez que Bahamas implementara varias leyes nuevas, la OCDE los retiró de dicha lista. En 2009, la organización los colocó en una lista gris.
Si dichas medidas sirvieron o no para la regulación de la evasión de impuestos es uno de los elementos más importantes que revelará la nueva filtración periodística de ICIJ y Süddeutsche Zeitung.