La obsesión de El Chapo con Kate Del Castillo facilitó su recaptura

La obsesión de El Chapo con Kate Del Castillo facilitó su recaptura


La “especie de obsesión” del capo Joaquín El Chapo Guzmán con la actriz mexicano-estadounidense Kate Del Castillo y su deseo de volver a verla, tras una reunión que está siendo investigada por autoridades, ayudaron a su recaptura, dijeron este martes funcionarios del Gobierno.



Del Castillo, una afamada actriz de telenovelas que había alabado al capo en una carta abierta en 2012, fue la gestora de la controvertida reunión de Guzmán con el actor estadounidense Sean Penn el pasado 2 de octubre, tres meses antes de la nueva detención del narcotraficante.



Después de ese encuentro, del que las autoridades tuvieron conocimiento, los soldados rastrearon y cercaron a El Chapo en su escondite en la sierra entre su natal Sinaloa (noroeste) y Durango “con el propósito de escupirlo hacia la ciudad” y facilitar su captura, explicó la fuente del Gobierno a periodistas bajo condición de anonimato.



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El vocero de la Presidencia de México, Eduardo Sánchez, lamentó que una ciudadana mexicana, en este caso la actriz Kate del Castillo, haya tenido información para dar con el paradero del narcotraficante y "no haya ido a las autoridades de manera voluntaria".



A escasos días de la reunión con los actores, militares mexicanos realizaron un fuerte operativo en la sierra del que El Chapo logró escapar, ya que los soldados decidieron no dispararle porque cargaba en brazos a la hija de su cocinera “como escudo humano”, añadió.



Pero la semana pasada Guzmán, que se fugó por segunda vez de una prisión de máxima seguridad en julio humillando al gobierno de Enrique Peña Nieto, bajó de las montañas y se movió hacia la ciudad costera de Los Mochis (Sinaloa), donde fue capturado en un violento operativo militar.



Uno de los factores que movió a Guzmán a Los Mochis es que estaba “realmente interesadísimo en reunirse nuevamente con la actriz (...) y este interés casi obsesivo se convierte en otro aliciente para bajarlo a la ciudad que era donde él quería encontrarse con ella”, manifestó el alto funcionario, remarcando que ese segundo encuentro nunca se dio.



Las autoridades mexicanas investigan ahora si se cometió algún delito en la reunión del capo con Del Castillo y Penn, que publicó un artículo en la revista Rolling Stone donde narra el encuentro e incluye las respuestas que el narcotraficante dio a un cuestionario que la estrella de Hollywood le mandó a través de uno de sus hombres.



En el texto, Penn dijo que Del Castillo había estado en contacto con Guzmán mediante mensajes y cartas –porque el capo quería que ella le ayudara a producir una película autobiográfica– y que ella fue quien gestionó su sonada reunión.



El encuentro de Sean Penn con Guzmán se dio en octubre pasado.

Otro funcionario dijo que El Chapo, de 58 años, usaba el apodo “hermosa” cuando se refería a la actriz de 43 años, que se hizo famosa por interpretar a una poderosa narcotraficante en la serie televisiva La Reina del Sur.



De hecho, las autoridades encontraron varios DVD de esa serie en la casa de Los Mochis que sirvió de último refugio de El Chapo.



Expertos legales ponen en duda que Penn o Del Castillo enfrenten cargos por la reunión, especialmente si es vista como un trabajo periodístico, pero el experto Juan Velázquez dijo a la AFP que podrían tener problemas si se descubriera la “financiación ilegal” de una eventual película por parte del capo.



El vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez, se refirió a la reunión y, de forma indirecta, a Del Castillo al lamentar “que un ciudadano mexicano, cualquiera, teniendo información que permita la detención de un criminal como este u otro, no la comparta con las autoridades”.



El poderoso líder del cartel de Sinaloa se encuentra recluido ahora en la cárcel del Altiplano, a unos 90 kilómetros de la ciudad de México, de donde se fugó de forma espectacular a través de un túnel cavado debajo de su celda.



A la espera de que se resuelva su solicitud de extradición a Estados Unidos, el Gobierno mexicano ha tomado medidas para evitar que Guzmán, que ya se fugó de otra cárcel de máxima seguridad en 2001 supuestamente escondido en un carro de la ropa sucia, lo haga por tercera vez.



Además de la detención de una docena de funcionarios del penal, el gobierno de Peña Nieto añadió nuevas cámaras de seguridad y puso rejas de metal en el suelo del penal para evitar la construcción de nuevos túneles.



Guzmán también será cambiado regularmente de celda en distintos pisos y tendrá un guarda frente a su espacio 24 horas al día, con una cámara que le enfocará, dijo la fuente del gobierno. “Todas y cada una de esas fallas fueron ya cubiertas", dijo el alto funcionario.

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