Un sacerdote católico acusado de viajar a Honduras para abusar de niños pobres durante sus misiones, fue declarado culpable el martes de varios cargos.
Un jurado federal dictó sentencia de culpabilidad al reverendo Joseph Maurizio Jr. de cargos entre los que se incluyen tres de cuatro acusaciones relacionadas a abuso sexual de niños durante sus visitas a un orfanato en Honduras.
Maurizio fue acusado de viajar al extranjero entre 2004 y 2009 para tener relaciones sexuales con tres menores, un cargo conocido como turismo sexual. También fue declarado culpable de posesión de pornografía infantil y de transferir de manera ilegal fondos a una caridad que ayudó a costear los viajes.
El jurado lo absolvió de otro cargo de viajar fuera de Estados Unidos para tener sexo con un menor y de otras dos acusaciones relacionadas a la transferencia de fondos.
El sacerdote de 70 años, quien fue suspendido de la Parroquia de Nuestra Señora Reina de los Ángeles en el condado Somerset, no mostró reacción cuando se leyó el veredicto ante un juzgado repleto.
La audiencia de sentencia está programada para febrero.
El sacerdote rechazó repetidamente las acusaciones. Su abogado defensor presentó testimonios en los que se insinuaba que los entrevistadores pudieron plantar ideas que provocaron acusaciones falsas.
Durante el juicio, un testigo clave se retractó en el estrado, y testificó que nunca fue víctima de abuso por parte de Maurizio cuando tenía 14 años, pero los fiscales argumentaron que otro joven atestiguó el abuso.
Otros dos hondureños testificaron que Maurizio abusó de ellos, uno de ellos señaló que el sacerdote le ofreció dulces a cambio de que se dejara tocar y otro relató que el párroco le pidió tomarse una foto mientras él y otro niño, ambos de 14 años, se duchaban.
El abogado defensor, Steven Passarello dijo que su cliente estaba "muy decepcionado" pero que respetaba la decisión del jurado, y trabajaría en las mociones posteriores y en apelaciones en caso de ser necesarias.
Elizabeth Williams, presidenta de ProNiño USA, una organización sin fines de lucro que operó el orfanato entre 2002 y 2012, dijo que el veredicto validó las acusaciones de los huérfanos. "Es un claro mensaje de que no puedes cruzar la frontera de Estados Unidos para abusar de niños", dijo Williams al Pittsburgh Tribune-Review.