“Si estamos en guerra no podemos estarlo como hace unos años, con textos imaginados para mantener la seguridad de los ciudadanos en otro tipo de guerra”, advirtió ayer el presidente de Francia, François Hollande, al anunciar, en el Parlamento, que enviará un paquete de reformas constitucionales con las que prevé adecuar el Estado de derecho para enfrentar el terrorismo.
En un discurso en el que dejó claro que Francia no retrocederá en su lucha contra el yihadismo en Medio Oriente y África, también informó de nuevos bombardeos contra el Estado Islámico (EI) en Siria en las próximas semanas, que buscará una resolución del Consejo de Seguridad que conlleve a la destrucción del grupo yihadista, y que, junto a Estados Unidos (EU) y Rusia, empujarán una gran coalición contra el terrorismo.
“Ustedes van a prolongar el estado de urgencia a tres meses, pero después de esto debemos tener un Estado de derecho que permita luchar contra el terrorismo sin violar las libertades, y la lucha contra el EI va a tomar tiempo en el exterior y de forma interna”, remarcó.
La misma postura mostró el presidente de EU, Barack Obama, en Turquía, durante la reunión del G20, en la que defendió la estrategia que mantiene la coalición desde hace poco más de un año.
También anunció un nuevo acuerdo entre EU y Francia para compartir información de inteligencia, de amenazas, incluyendo del EI, mucho más rápido y más seguido.
Obama rechazó la idea de que su administración ha subestimado las capacidades del EI, y afirmó que los ataques del grupo no son particularmente sofisticados. “Este es uno de los desafíos del terrorismo. No es la sofisticación o la artillería particular que ellos poseen; es la ideología que llevan consigo y su voluntad de morir”.