Los presidentes de Honduras y Guatemala hicieron el martes en las Naciones Unidas un llamado a Estados Unidos para que, apelando a su sentimiento humanitario, resuelva la situación de los jóvenes inmigrantes sin permiso de residencia traídos al país cuando eran niños y prorrogue el Estatus de Protección Temporal (SPT) de numerosos hondureños, salvadoreños y nicaragüenses.
El presidente Donald Trump ha dicho que dejará sin efecto el programa DACA que deja en suspenso las deportaciones de los inmigrantes sin permiso de residencia llegados al país de niños y está reconsiderando el SPT que cobija a unas 440 mil personas, mayormente centroamericanas.
El mandatario hondureño Juan Orlando Hernández pidió ante la Asamblea General de la ONU que “se reconozca la contribución de quienes por fenómenos temporales se acogieron a Estatus de Protección Temporal y para niños que con sus padres tuvieron que salir de su patria y comenzaron a soñar con otra”.
El SPT cobija a personas que huyeron de sus países tras desastres naturales, guerras y otros factores temporales.
“Que esos sueños no sean interrumpidos, que los soñadores puedan esperar un nuevo mundo”, expresó Hernández. “Nada ni nadie nos puede prohibir soñar. No dejemos de soñar”.
Por su parte, el presidente guatemalteco Jimmy Morales dijo que “Guatemala espera que prospere el sentimiento humano del pueblo y la solidaridad regional del gobierno estadounidense, para que en los próximos meses pueda materializarse en el senado la legislación que le permite a este grupo de jóvenes y niños contar con un estatus legal permanente en los Estados Unidos”.
Trump dio seis meses al Congreso para que resuelva la situación de estos jóvenes. Los dos jefes de estado defendieron a todos los migrantes y Hernández dijo que “son nuestros nuevos mártires, nuevos héroes, que en territorio extranjero luchan por vencer la adversidad”.
El hondureño reclamó “un trato digno” para gente que emigró “cuando hubo situaciones difíciles en su país” y que “nos hacen sentir orgullosos”. Acotó que es “doloroso” separarse de las familias que dejan atrás y que “en las condiciones más difíciles salen adelante, son capaces de contribuir con su talento, su cultura, y el pago de impuestos”.