Las fuertes lluvias en Perú, con avalanchas e inundaciones, han causado la muerte de 101 personas desde inicios de año, y más de 900 mil afectados, mientras continúa la entrega de ayuda humanitaria y la lucha contra posibles riesgos sanitarios.
Cientos de personas perdieron sus casas y viven actualmente en carpas. Esa es la situación, por ejemplo, en la región Piura, en el norte, donde las lluvias y desbordes de ríos castigaron severamente ciudades y pueblos. Sólo en esa zona se han dañado más de 59 mil viviendas.
Según el último reporte oficial, han muerto 101 personas a causa del fenómeno climático "El Niño costero", como los expertos han definido al calentamiento de las aguas de la costa peruana, con alta evaporación que genera fuertes lluvias, que traen consigo avalanchas y desbordes de ríos con inundaciones.
También se registran 141 mil 860 damnificados -que lo han perdido todo- y 939 mil 713 afectados -con daños parciales o menores a sus propiedades-, además de 205 mil 640 viviendas dañadas.
Las inundaciones han destruido infraestructura para el abastecimiento de agua potable, mientras lodazales formados tras las inundaciones se convierten en criaderos de enfermedades. Tras atender la emergencia por las lluvias y las inundaciones, Perú debe inmediatamente priorizar la atención de salud para evitar posibles epidemias, y restituir el servicio de agua para consumo humano, dijo el viernes un experto francés en desastres naturales.
"La primera cosa es la evaluación sanitaria que están haciendo ahora. Lo que se necesita es ver el tema de dengue, hay que anticiparse a los riesgos", explicó a la AFP el bombero profesional Jean-Claude Commes, experto técnico en protección civil destacado por Francia para Perú y los países andinos.
El agua estancada es caldo de cultivo para el mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue y zika. El gobierno realiza fumigaciones periódicas para evitar su reproducción.
En el caso de Piura (mil km al norte de Lima), cuyo hospital resultó inundado, Commes consideró que se hace necesaria la instalación de un hospital de campaña que lo reemplace y evaluar la cantidad de enfermos para empezar a atender.
"La prioridad ahora es el riesgo sanitario. Agua y salud van juntos. La alimentación llega por aviones, pero el agua... se necesita que exista un sistema de abastecimiento de agua allá", dijo Commes, quien además asesora al Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) de Perú.
"Hablamos de una necesidad de 20 litros diarios de agua por persona, o mínimo 10 litros. Eso requeriría un montón de aviones" y no es posible, explicó.