El presidente venezolano, Nicolás Maduro, manifestó este lunes su rechazo a la posibilidad de que la Organización de Estados Americanos (OEA) funja como observador internacional en las elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre, y señaló en cambio que este organismo hemisférico "debe morir en paz".
Durante una rueda de prensa con medios nacionales e internacionales, Maduro cuestionó los pronunciamientos del secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien recientemente indicó que el mecanismo debe garantizar la transparencia de los resultados, dados los "niveles de desconfianza" que prevalecen entre el gobierno y la oposición.
"Si como militante político que soy, me preguntarán si hace falta que venga alguien de la OEA, yo diría que ni en la esquina la quiero. La OEA debe morir, morir en paz y ojalá Almagro sea el sepulturero", dijo Maduro.
Maduro acusó a la OEA de favorecer históricamente los intereses de Estados Unidos y de auspiciar golpes de Estado en contra de gobiernos legítimamente electos en América Latina.
Indicó que la OEA debe convertirse en un foro político, en alusión a la propuesta planteada por su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, quien también ha rechazado la permanencia en el tiempo de la instancia internacional.
Aseguró que independientemente de la participación de la OEA como observador internacional en las parlamentarias, "Venezuela tendrá elecciones libres y transparentes", al tiempo que auguró el fortalecimiento de la vida democrática en los próximos años.
Sin embargo, Maduro señaló que la decisión sobre la presencia del organismo como veedor en los venideros comicios parlamentarios, no compete al Ejecutivo sino al Poder Electoral, que igualmente rechazó las declaraciones de Almagro y las calificó de "injerencistas".