El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, partió este viernes a Washington, tras un viaje que profundizó el deshielo con Cuba y apostó a Argentina como su nuevo aliado en la región.
Con unos pasos de tango o disfrutando el béisbol, Obama se sirvió de simbolismos culturales argentinos y cubanos para mostrar una cara más 'amable' de Washington a dos de los países latinoamericanos con que ha mantenido relaciones políticas particularmente complejas.
El Air Force One despegó desde el aeropuerto internacional de Ezeiza en Buenos Aires. Obama caminó junto a su esposa Michelle, sus hijas y su suegra por la pista, donde cambió del avión que los llevó al paraje turístico de Bariloche a la aeronave que lo trasladaría a Washington.
En este lugar de lagos y precodillerano, Obama pasó unas horas de ocio y cenó con su par Mauricio Macri y su esposa Juliana Awada, según informó con fotos el propio mandatario argentino en su cuenta Twitter.
Despidiendo a la familia Obama en Bariloche. pic.twitter.com/O0GmYXH3ZH
La visita de dos días en Argentina coincidió el jueves con el 40 aniversario del golpe militar que alentó Washington entre 1976 y 1983.
Obama dijo un histórico "nunca más" a las dictaduras en un homenaje a las víctimas del sangriento régimen, que tuvo réplicas en Chile, Uruguay, Bolivia y Brasil.
Admitió una "autocrítica" que analiza Washington por la instigación y preparación de las dictaduras latinoamericanas de los años 70, pero no expresó el arrepentimiento que los organismos humanitarios esperaban.
En Buenos Aires una multitud marchó en repudio por la dictadura, en memoria de los desaparecidos y también en rechazo a las políticas económicas pro mercado que ha ido implementando el presidente Macri desde su asunción el 10 de diciembre pasado, y que fueron elogiadas por Obama.
APUESTA REGIONAL
Obama resaltó la nueva era en las relaciones con Argentina, en una cena de Estado en el Centro Cultural Kirchner, en un majestuoso edificio histórico inaugurado el año pasado por la exmandataria Cristina Kirchner (2007-2015). Allí fue que se animó a dar unos pasos de tango.
"Este es un nuevo comienzo en nuestra relación", brindó Obama con Macri.
El presidente de Estados Unidos apoyó el empeño de Macri para que Argentina retome papeles clave en la región y el mundo, tras una década de roces con los gobiernos de centroizquierda de los Kirchner.
"Tomamos nota de los cambios, el mundo se ha dado cuenta también", dijo sobre los primeros 100 días del nuevo gobierno argentino.
Agregó que "con el presidente Macri, Argentina está retomando su papel tradicional de liderazgo en la región y el mundo", dijo en conferencia de prensa junto a Macri en la Casa Rosada, sede de gobierno.
UN GESTO
Macri agradeció a Obama haber ordenado desclasificar "aún más" archivos militares y de inteligencia en EU sobre la última dictadura (1976-1983).
Tras rendir el histórico homenaje a las víctimas del régimen, lanzó junto a Macri flores blancas al agua.
Obama hizo alusión a la lucha que han dado organismos como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo para develar la verdad del terrorismo de Estado aplicado en esa época a la que atribuyen unos 30 mil desaparecidos, entre ellos el robo de 500 bebés, de los cuales han sido hallados 119 hasta ahora.
"Sé que existen polémicas sobre las políticas de Estados Unidos en esos días oscuros. Las democracias deben tener el valor de reconocer cuando no se está a la altura de los ideales que defendemos, cuando hemos tardado en defender los derechos humanos; ese fue el caso de Argentina", enfatizó.
Obama cerró un viaje a América Latina, cuyo hito histórico fue la parada de tres días en Cuba, con la que estuvo enemistado por más de medio siglo tras la revolución comunista de 1959 y donde abogó por dejar atrás "todo vestigio de la Guerra Fría".