Las autoridades estadounidenses imputaron este lunes 24 de julio al conductor del camión hallado repleto de migrantes en Texas, cerca de la frontera con México, por transportar inmigrantes “ilegales”, en tanto que el total de muertos subió a diez.
El décimo fallecido, un hombre adulto, murió en el hospital en la madrugada, según la Fiscalía estadounidense, que acusó James Bradley Jr., 60 años y originario del estado de Florida, por “transportar inmigrantes ilegales”.
Bradley puede enfrentar cadena perpetua o la pena de muerte por conducir el camión en el que se hallaron 39 migrantes apilados, y donde las autoridades sospechan viajaron hasta cien personas a la vez, dijeron las autoridades.
Nueve murieron en el camión y el resto fue llevado a hospitales, con casos de deshidratación y golpe de calor.
Por lo menos 17 heridos, incluyendo dos niños en edad escolar, se encontraban en condiciones críticas, afectados por golpes de calor y deshidratación, dijeron las autoridades.
Los migrantes fueron hallados en la madrugada del domingo en un camión sin aire acondicionado en un estacionamiento en San Antonio, una ciudad del estado de Texas (sur).
El secretario estadounidense de Seguridad Interior, John Kelly, lamentó las muertes “sin sentido” de los migrantes que, a su juicio muestra la “brutalidad” de los traficantes de personas.