Al menos 30 personas murieron este viernes cuando un kamikaze se hizo explotar en medio de la multitud tras un partido de fútbol al sur de Bagdad, un atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El partido había concluido y "estaban entregando el trofeo a los ganadores cuando el atacante se hizo explotar en medio de la multitud", dijo a la AFP un capitán de policía del poblado de Al Asriya, cerca de la ciudad de Iskandariya, la cual se encuentra a unos 40 kilómetros de Bagdad.
El grupo yihadista EI reivindicó rápidamente la acción, en un comunicado en el que identificó al autor como Saifulá al Ansari.
El ataque tuvo lugar hacia las 19H00 locales (16H00 GMT) y la policía dijo que hay 65 heridos. El alcalde Ahmed Chaker murió en el ataque, informó una fuente del hospital de Iskandariya.
"El alcalde murió en el hospital por las graves heridas que sufrió durante la explosión", dijo el médico.
Uno de sus guardaespaldas y al menos cinco miembros de las fuerzas de seguridad también perecieron en el atentado, agregó.
Fotos publicadas en las redes sociales muestras los arcos de la portería destrozados y manchados de sangre.
"El suicida se abrió paso entre la multitud para acercarse al centro y se hizo explotar en el momento en que el alcalde estaba dando los premios a los jugadores", dijo Ali Nashmi, un testigo de 18 años.
Otro testigo, Haidar Kadhem, de 20 años, que salió ileso del ataque, dijo a la AFP por teléfono que hubo una "enorme explosión" y que después sólo "había caos".
"La mayoría de los asistentes eran jóvenes, yo los veía huir por el campo de juego pidiendo ayuda", indicó.
Estados Unidos, que bombardea desde hace 18 meses posiciones del EI en Irak y tienen a cerca de 4 mil soldados en el terreno, "condenaron (...) un atentado cobarde" y prometieron, en un comunicado del departamento de Estado, su "apoyo al pueblo iraquí y a la unidad de Irak ".
El grupo EI conquistó en 2014 varios territorios en Irak , pero desde mediados del año pasado ha estado a la defensiva. Desde que el grupo lanzó su campaña militar, la violencia en las ciudades había disminuido, ya que muchos de sus combatientes fueron desplegados en el califato que la organización yihadista proclamó entre Irak y Siria.
Según los expertos, los combatientes del EI van a recurrir cada vez más a este tipo de atentados suicidas a medida que el califato comience a perder terreno.