Tsai Ing-wen tomó este viernes posesión como presidenta de Taiwán y se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo.
Tsai, muy crítica con el gobierno chino, asumió el cargo en una ceremonia en el palacio presidencial de Taipéi tras ganar por mayoría las elecciones de enero, que pusieron fin a ocho años de acercamiento con China.
El presidente saliente, Ma Ying-jeou, perdió entonces el apoyo de los votantes, que lo consideraban demasiado cercano a China, un país que considera todavía a Taiwán como parte de su territorio.
La nueva mandataria pidió en su discurso de toma de posesión un "diálogo positivo" con China. "Las dos partes que gobiernan a ambos lados del estrecho [que separa la China continental de Taiwán] tienen que dejar de lado el peso de la historia y empezar un diálogo positivo", dijo en un discurso frente al palacio presidencial de Taipéi tras haber jurado el cargo.
Tsai leyó un juramento frente a la bandera taiwanesa mientras miles de personas seguían la ceremonia en el exterior a través de pantallas gigantes. La mayoría de taiwaneses quiere relaciones pacíficas con China pero conservando su cultura democrática.
Taiwán se separó del resto de China en 1949, tras la guerra civil, pero nunca se ha declarado oficialmente independiente.
El gobierno de Pekín ya ha advertido que se opondrá a cualquier intento de la nueva presidenta de avanzar hacia una independencia formal.