A partir de este martes, 3 de marzo de 2015, los ciudadanos de Estados Unidos que deseen ingresar a Venezuela deberán solicitar un visado de turista, según una resolución del Gobierno en represalia a sanciones de Washington contra sus funcionarios, publicada en la Gaceta Oficial Extraordinaria 6,177, confirmaron medios locales, entre ellos El Nacional.
"Se excluye a los Estados Unidos de América del listado de países beneficiados de supresión de Visas de No Inmigrantes (turistas) en Pasaportes Ordinarios", indica una resolución conjunta de los ministerios de Relaciones Interiores y de Relaciones Exteriores, que circuló este martes.
El mismo boletín del Estado anuncia que "se prohíbe el otorgamiento de cualquier tipo de visado y por tanto el ingreso a Venezuela" del expresidente estadounidense George W. Bush, su vicepresidente Dick Cheney, del exdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) George Tenet; y de los congresistas Marco Rubio, Bob Menéndez, Mario Díaz-Balart e Ileana Ros-Lehtinen.
La resolución del Gobierno venezolano asegura que estos exfuncionarios y políticos estadounidenses "han cometido actos terroristas y graves violaciones a los derechos humanos".
Asimismo, para el ingreso de los turistas estadounidenses, los ciudadanos con pasaportes emitidos por ese país deberán cumplir con las "normas legales y sublegales" para el "otorgamiento de visado de turista".
En un recrudecimiento de las relaciones entre el gobierno de Nicolás Maduro y el de su homólogo estadounidense Barack Obama, el mandatario venezolano anunció en cadena nacional el sábado 28 de febrero que, como medida de reciprocidad, su país exigiría visa a los estadounidenses, y que la delegación diplomática permanente tendría que reducir el centenar de funcionarios que mantenía a niveles similares a los de la sede venezolana en Washington, que cifró en una veintena.
NOTIFICAN A ESTADOS UNIDOS
El día del anuncio Estado Unidos evitó comentar las medidas porque no había sido notificado.
Ese proceso formal de comunicación se surtió ayer. La cancillería venezolana informó, a última hora del lunes, que ese día detalló a la embajada estadounidense en el país una serie de medidas de "reciprocidad" que incluyen la reducción de su delegación diplomática en Caracas a 17 funcionarios.
La canciller, Delcy Rodríguez, se reunió con el encargado de negocios de la embajada de EU, Lee Clenny, en la sede del ministerio de Exteriores en Caracas, donde le comunicó que disponía de 15 días para presentar a los funcionarios que permanecerán en el país, con el detalle de la clasificación de rango.
La ministra calificó el encuentro con Clenny de "cordial" y "ameno", argumentó que estas medidas se deben a acciones "enmarcadas en el derecho internacional público, en los propósitos y principios de las Naciones Unidas y que en principio conciernen a la reciprocidad que debe regir entre los Estados soberanos".
Las relaciones entre Venezuela y EU pasan por uno de sus puntos más bajos. Ambos países están sin embajadores desde 2010, cuando el Gobierno del entonces presidente venezolano Hugo Chávez rechazó la designación de Larry Palmer como jefe de la misión diplomática estadounidense en Caracas por unas declaraciones que hizo en el Senado sobre Venezuela. Washington decidió, en respuesta, revocar la visa de Bernardo lvarez como embajador venezolano. Desde entonces, los cruces de acusaciones han sido constantes y el Ejecutivo venezolano ha expulsado a funcionarios estadounidenses bajo señalamientos de injerencia y de contribuir a desestabilizar el país, expulsiones ante las que Washington tomó medidas recíprocas.
Las relaciones se tensaron de nuevo con una serie de sanciones desde Washington a funcionarios venezolanos, las más recientes a comienzos del pasado febrero, acusados de violar derechos humanos durante las manifestaciones que vivió el país durante la primera mitad de 2014.
A fines del año 2014, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó una ley que permite imponer sanciones a funcionarios venezolanos acusados de haber violado los derechos de manifestantes involucrados en una ola de protestas que sacudió el país a partir del 12 de febrero. Entre las sanciones se cuentan la prohibición de entrada a Estados Unidos.