La crisis política venezolana enfrentaba este domingo 30 de julio de 2017 una prueba de fuego, con la elección de los 545 delegados de la Asamblea Constituyente, una votación promovida por el presidente Nicolás Maduro para consolidar su poder en medio del llamado a protestas de la oposición y la amenaza de sanciones estadounidenses.
Unos 19.4 millones de venezolanos podían participar en la votación que arrancó pasadas las 6:00 a.m. y que se extendería por al menos 12 horas.
Entre los primeros votantes estuvo Maduro, quien al amanecer acudió acompañado de la primera dama y candidata a constituyente, Cilia Flores, a un centro electoral del oeste de la capital.
"Estoicamente aguantamos la campaña mundial. Estoicamente aguantamos la violencia terrorista y criminal", dijo Maduro al desestimar las presiones internas y los cuestionamientos internacionales que enfrentó su iniciativa. "Ojalá el mundo extienda sus brazos de respeto hacia nuestra patria", agregó. "No hay poder sobre la tierra que le pueda impedir al pueblo de Venezuela que ejerza hoy derecho democrático a elegir", indicó el gobernante al llamar a sus seguidores a salir a votar para activar la Asamblea Constituyente, que aseguró que abrirá "una nueva era de lucha, de paz, de amor y de unión entre los venezolanos".
Bajo el sonido de fuegos artificiales, decenas de personas salieron antes del amanecer hacia algunos centros de votación en la capital para participar en la elección.
Para esta consulta fueron habilitados en Caracas y los 23 estados unos 14 mil 515 centros de votación. Unos 5 mil 500 candidatos, incluidos el vicepresidente del partido oficialista, el diputado Diosdado Cabello; la excanciller Delcy Rodríguez y Flores competirán en esta consulta para elegir 545 constituyentes territoriales y sectoriales.
La oposición no inscribió candidatos para el proceso, lo que dejó abierto el camino para que el oficialismo domine la asamblea. La elección se da en un contexto de creciente tensión después de 120 días de protesta antigubernamentales, que han dejado 114 muertos, y el llamado que hizo la coalición opositora a tomar el domingo las principales vías del país en rechazo a la iniciativa de Maduro.
Durante los últimos dos meses la oposición intensificó las acciones de protesta para tratar de frenar la Asamblea Constituyente, que considera un "fraude constitucional" porque se hizo sin llamar previamente a un referendo consultivo como en 1999.
En un último esfuerzo, la alianza efectuó el 16 de julio un simulacro de votación en el que 7.5 millones de venezolanos rechazaron el proceso para reescribir la Constitución.